El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz, aseguró hoy que en el tribunal no hay «conflictos internos», al tiempo que se refirió al impuesto a las Ganancias y dijo que no se trata de «una búsqueda de privilegios, sino de la defensa de un salario adecuado para un juez».

A poco de resolver sobre si los magistrados deben tributar Ganancias, el titular del máximo tribunal expresó: «La pregunta correcta es qué jueces queremos y cuánto tenemos que pagar para tener los jueces que queremos».

«Si yo les pregunto a ustedes si un piloto de Aerolíneas Argentinas gana mucho o gana poco ¿qué respuesta tienen? Depende de cuánto gana un piloto de LAN Chile o de American. La cuestión de que si ganan mucho o ganan poco, depende centralmente de cuál debe ser la retribución en el mercado de referencia. Los pilotos son los pilotos, en los jueces yo diría que son abogados de relativo éxito», señaló Rosenkrantz.

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El presidente de la Corte completó: «Con esto quiero decir que el verdadero problema no es pagar impuestos o no, no es la búsqueda de un privilegio, sino básicamente una defensa de lo que creo que es un salario adecuado para un juez».

Rosenkrantz se manifestó de esta forma al participar de un almuerzo del Rotary Club de Buenos Aires en un hotel porteño, donde le preguntaron sobre si estaba de acuerdo con que los jueces pagaran Ganancias.

«Esa es la pregunta que me incomoda», bromeó el supremo, luego de haber dicho al inicio de la presentación que esperaban consultas que no lo «incomodaran».

Durante la actividad, Rosenkrantz también negó que existan «conflictos internos» en el máximo tribunal e indicó que los cinco miembros discuten y defienden sus «convicciones con vehemencia».

«No hay conflictos internos, es un organismo que tiene cinco ministros, que muchas veces tenemos visiones diferentes acerca de lo que debe hacerse, que defendemos nuestras ideas con bastante convicción y vehemencia», subrayó el presidente de la Corte.

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«Creo que es algo a lo que el país se tiene que acostumbrar, gente que tiene buena fe y comparte propósitos institucionales y a veces está en desacuerdo, y los desacuerdos se expresan de modo diferente, pero no son más que eso y creo que es bueno que sepamos vivir con eso», señaló Rosenkrantz, luego de semanas de tensión en la Corte y de su enfrentamiento con el saliente presidente Ricardo Lorenzetti por la dirección del Centro de Información Judicial (CIJ).

En un pasaje de su exposición, al ser consultado sobre cuál es el objetivo de su gestión, pareció diferenciarse del presidente anterior y aseguró que no tiene «una visión falocrática».

«Yo no tengo una visión falocrátrica. A mí me parece que la mejor contribución que uno puede dejar a cualquier institución es que quienes lo precedan funcionen mejor que nosotros mismos», remarcó el titular del máximo tribunal del país.

Y agregó: «Creo que el gran desafío que yo tengo es devolverle al país la fe en el derecho».