En diálogo con una radio porteña, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Sain vertió varios conceptos en relación a la crítica situación de seguridad que atraviesa la provincia de Santa Fe. El funcionario aseguró que la cantidad de crímenes que se registraron en estas primeras semanas del año es algo «bastante estacional en esta época» y habló además de la pelea feroz por el control de territorio y las bocas de expendio generada por la «enorme rentabilidad que genera la venta de cocaína y marihuana en Rosario». 

Entrevistado por la periodista Maria O’ Donell en radio Metro, el titular de la seguridad provincial afirmó que es «estadísticamente habitual que haya más crímenes en los primeros meses del años«. «Es algo bastante estacional en esta época. No sabemos por qué, no sabemos cuál es la razón. Nunca hubo una explicación del gobierno anterior y nosotros tampoco hemos tenido tiempo para encontrarla».

Sin embargo, Saín admitió que la situación que atraviesa la ciudad de Rosario y la provincia de Santa Fe, y reconoció que la mayoría de los crímenes son de tinte mafioso identificables con el narcotráfico. La pelea comercial es feroz. Es una pelea por el control del territorio, por las bocas de expendio, y es una pelea por una enorme rentabilidad que genera la venta de cocaína y de marihuana en Rosario, argumentó.

Dentro de ese contexto ubicó los últimos crímenes que conomcionaron la ciudad, el de Martín Sebastián Bertón, perpetrado en Villa Gobernador Gálvez cuando el hombre de 35 años recibió cerca de 20 impactos de bala, y el de la pareja que fue acribillada junto a su pequeña hija de 2 años.

“La mayoría de los homicidios ocurren en los barrios donde se vende la droga que luego se consume en el centro, en los lugares donde vive la gente ‘honesta‘, afirmó. En ese sentido, se explayó: “En estos barrios, donde economía de la cocaína es la economía de sustitución porque son barrios donde la desocupación  es estructural, mucha gente vive de la droga y de la enorme rentabilidad que genera este negocio y que tampoco  queda en estos barrios, sino que se invierte en la economía legal, centros comerciales, inversiones… cuidado que esto es un problema general, no es un problema de los barrios populares, es un problema criminal con muchas ramificaciones».

En esa línea, el ministro consideró que la pacificación de la provincia vendra de la mano de la asistencia social como punto de partida: “En esos barrios populares hay que entrar con planes sociales estructurales y mucho dinero para darlos vuelta y convertirlos en lugares habitables”.