La expectativa se ha instalado en el búnker del Frente Progresista, Cívico y Social en la Fluvial de Rosario. Por ahora, no hay festejos, existe preocupación, hay escasa asistencia -por ahora- de militancia consustanciada con el proyecto de Mónica Fein, y los trascendidos no aportan tranquilidad. La adustez en los rostros marca el humor del búnker oficialista: escasa cantidad de funcionarios y pocos candidatos.

Se puede decir que la prensa lo ha ocupado todo. Se habla de una elección reñida, voto a voto. Esto se vive en los altos de la Fluvial, todo bajo un escaso grado de algarabía.