La comunicación de Cambiemos durante las elecciones presidenciales del 2015 indiscutiblemente fue una de las razones que llevaron a que hoy Mauricio Macri sea el presidente de Argentina. Sin profundizar en los ejes políticos de la gestión, los objetivos sonaban agradables para quienes decidieron volcar su confianza en el mandatario.

Actualmente su estrategia es la misma, ya que tomando casos como el acuerdo con el FMI, los argentinos desconocen el rumbo económico, hoy complejo por las políticas del Ejecutivo, lo que genera incertidumbre y malestar social, debido a que también se suman los mensajes positivos e irreales por parte de los funcionarios.

A poco más de dos años y medio de gestión, la historia es otra. Los discursos y declaraciones de los integrantes de Cambiemos producen un impacto negativo en la imagen del Gobierno. Uno de los responsables es Jaime Durán Barba, el asesor ecuatoriano de Macri, y su discurso de “las buenas noticias”.

Pero no es el único que debe dar un paso al costado. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, el titular del Sistema de Medios Públicos, Hernán Lombardi, los diputados Elisa Carrió y Nicolás Massot, el senador Esteban Bullrich, y la lista puede ser interminable, dejando de lado a Macri. Y no nos olvidemos de los que ya no están cumpliendo funciones por ser “educadamente” retirados de sus cargos, como el caso del ex presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, o del ex legislador porteño, Andy Freire.

Esos errores, y la crisis que aqueja al país, mantienen una grieta dentro de Cambiemos, lo que dificultará al oficialismo en las elecciones del próximo año si no hay, justamente, un cambio puertas adentro. Y si no se bajan los humos de algunos políticos como Peña que expuso las internas dentro de la Casa Rosada en una ronda de prensa donde estuvo presente NOVA: “Hay que tener cuidado de no herir susceptibilidades”, fue el “palito” que le tiró a Carrió, tras el enfrentamiento de la legisladora con los radicales.

Legislar en medio de amenazas y ante la inacción de la Justicia

Nuevamente el proyecto que busca la despenalización del aborto fue noticia la semana pasada, no sólo por el debate que ya comenzó en el Senado y que puede llegar al recinto de la Cámara alta, sino también porque la presión en torno a la iniciativa volvió a dar de qué hablar.

Días atrás, tres locales de Nuevo Encuentro fueron vandalizados con pintadas, con frases como “abortistas, se las vamos a cobrar”, además de vidrios rotos y marquesinas destrozadas. “Hemos tenido amenazas e insultos por redes sociales”, denunció la diputada Mónica Macha, en diálogo con NOVA.

“No logramos conocer a los responsables y hasta el momento no se realizaron denuncias porque son casos que quedan impunes y sin sanción”, lamentó la legisladora. Hoy los que corren riesgo son los senadores, que no cuentan con la protección de la Justicia para legislar libremente.

Uber gana terreno y cuenta con el apoyo de diputados y senadores

El dirigente de Cambiemos, Yamil Santoro, presentó en la Legislatura porteña un proyecto de ley a través del cual busca modernizar el sistema de taxi y Uber en la Ciudad de Buenos Aires. La medida establecerá un marco de competencia razonable entre los servicios.

Entre los principales puntos de la iniciativa para los taxis está la instalación de paradas autorizadas, requerir el servicio por vía telefónica, correo electrónico, mensaje de texto o Internet y a través de aplicaciones, entre otros; mientras que para Uber el conductor deberá efectuar los viajes siguiendo el trayecto previamente acordado con el pasajero, el usuario abonará -electrónicamente o en efectivo- una tarifa convenida previamente, etc.

“El camino es justamente dando los debates y ampliando las discusiones y no dejando que prive el silencio, como sucede en la Ciudad de Buenos Aires”, comentó Santoro en una entrevista con NOVA, quien contó además que presentaron “un proyecto para que se reglamente Uber mediante iniciativa popular”. Ya sucedió en Mendoza, el cual tiene media sanción de la Cámara de Diputados local.

* Corresponsal en Casa Rosada