Por Martín Massad

Agencia Paco Urondo (APU): En los últimos días Emmanuel Álvarez Agis, ex Viceministro de Economía de la Nación durante el último gobierno de Cristina, se refirió a que es imposible que haya tantas importaciones en Argentina y que, si este dato fuera real la pobreza sería del 10%, ¿qué opinas al respecto? ¿A dónde se van los dólares?

Alejandro Barrios: Discrepo con lo que dice Emmanuel Álvarez Agis respecto al nivel de importaciones. Primero porque si uno mira las cantidades del 2022, es decir las cosas que necesita la economía argentina para funcionar, respecto a las cantidades que se importaban en 2011 o 2013, lo que está diciendo no tiene ningún respaldo estadístico. Si las mismas cantidades importadas en 2022, diez años después del 2011 o 2013, requieren de más dólares que antes, tal vez, el problema este en que los fletes aumentaron 300% los que son desde China y, en promedio, han aumentado 93% desde el 2020 al 2022. Las importaciones no están volando, están creciendo al nivel que se recupera la actividad económica. El 85% de nuestras importaciones son bienes de capital, bienes intermedios, combustibles y accesorios para bienes de capital. Él se refería a los bienes de consumo (productos listos para la venta) esos bienes representan el 11,6% de las importaciones en 2022.

El 85% de las importaciones de 2022 es un tanto inflexible a la baja, más allá de que haya cierta especulación con adelantar importaciones en bienes intermedios porque algunos empresarios creen que viene una devaluación, entonces adelantan importaciones, pero no dejan de comprar insumos, tarde o temprano lo van a incorporar al sistema productivo. Entonces, preocuparnos por la importación anticipada, puede ser, en medio de una emergencia por reservas. Ahora bien, entre sacar dólares financieros o dejar de importar bienes para la futura producción, el ojo de un gobierno peronista, me parece, debería estar en lo primero.

APU: Según lo que decís no hay posibilidad de achicar la salida de dólares, ¿no?

A.B: Lo que digo es que él y otras voces internas del Frente de Todos le van a cargar la mochila a Daniel Scioli, actual Ministro de Producción de la Nación, de que la no acumulación de reservas, porque supuestamente se debe al flujo importador. Con los datos del INDEC, lo que quiero argumentar es que se puede rascar el fondo de la olla, seguramente algo se va a poder hacer con bienes de consumo, pero no pongamos muchas expectativas ahí porque no está ahí la salida de dólares.

APU: ¿Y dónde está la salida?

A.B: Está en el capital financiero, en la salida de utilidades, en el pago de deuda privada, está en otros lados. Si los dólares se usan para bienes intermedios y de capital, para combustibles, piezas y accesorios, ojalá fuera sólo eso y no para servicios truchos que muchos están facturando con domicilio en Montevideo porque contractaron a un arquitecto para que les modifique el estudio.

APU: ¿No hay control sobre eso?

A.B: Le van a poner la mochila a Daniel Scioli para que él junto al área que tiene a su cargo la administración del comercio se encargue de cuidar los bienes, pero de los servicios, ¿quién se encarga?

APU: La transferencia de activos en dólares a las casas matrices para pagar deuda se había achicado hasta en un 40%, ¿cómo sigue ese asunto?

A.B: Sigue igual y eso está bien. Ahora, los dólares se están yendo por un lugar que no es necesariamente los altos niveles de importación. Pongamos el ojo donde debemos ponerlo, a mí lo que me molesta es la salida no productiva de dólares.

APU: ¿Por ejemplo el turismo?

A.B: Los servicios de turismo, hoteleria en el exterior, compra con tarjetas, remesas de utilidades de las empresas radicadas en Argentina, fletes, los servicios están siendo un drenaje importante. ¿Le vamos a seguir limitando a las PyMEs que compren insumos para aumentar su productividad, pero vamos a permitir que la clase media-alta vacacione en Miami? Todas las personas que dicen que están entrando muchas importaciones hay que preguntarles con qué instrumento proponen regularlas. Es muy fácil cargarle esta mochila a la nueva gestión, pero no ofrecer alternativas.