Por Horacio Alonso

¡Feliz año nuevo! El 2019 quedó atrás y las esperanzas se renuevan. El sector automotor no es ajeno a ese inexplicable optimismo que se produce cada 12 meses con el sólo hecho de dar vuelta la última hoja de un calendario. Después de un año que marcó un derrumbe que no se recordaba desde 2002, la creencia de un futuro inmediato promisorio puede basarse al simple contraste de un “no se puede estar peor”. Sin embargo, conocedores de esta industria se aferran a otros elementos para imaginar un 2020 en crecimiento. El mercado cerró con un volumen de operaciones de 460.000 unidades y hay quienes apuestan a que ese número se puede mejorar.

Según Leopoldo Ferro, presidente del grupo AutoFerro (BMW y Nissan), la evolución histórica del mercado es un factor clave. “Si se analiza el comportamiento de la demanda en los últimos 30 años, se puede observar que los períodos recesivos en el sector no tienen más de dos años de duración. El actual está cumpliendo ese tiempo. A esto se suma otro dato para nada menor, que es el inicio de un nuevo Gobierno. En estas tres décadas, un cambio en la conducción del país sirvió para terminar un período de caída para reactivar la actividad”, explicó. En el cuadro adjunto se confirma esa opinión, salvo en el inicio de mandato de Fernando De la Rúa. En ese sentido, el empresario estimó que el mercado podrá crecer hasta las 550.000.

Además de este comportamiento histórico, en el sector destacan otro elemento que puede hacer crecer las ventas: el resurgimiento del dólar blue. Como los 0 km fijan sus precios en pesos en base al tipo de cambio oficial, una brecha importante con la cotización informal significa una ganancia para los tenedores de billetes que cambien en el mercado “negro”. Esto explicó el boom de ventas de 2013, cuando la diferencia entre ambas cotizaciones llegó al 70%.

“Los autos que quedaron por debajo de los Impuestos Internos van a reaccionar positivamente. Eso se va a percibir a partir de abril…” agregó Ferro. En el mismo sentido, Hugo Belcastro, titular de la cámara que agrupa a los importadores (CIDOA), consideró que la brecha cambiaria va a reactivar las ventas. “Los modelos afectados por Impuestos Internos van a mostrar una caída, algunos van a dejar de comercializarse, pero el impacto del dólar blue aumentará la demanda de los otros segmentos”.

En la asociación que agrupa a las concesionarias (ACARA) y a los fabricantes (ADEFA) son más moderados y esperan, al menos, repetir los números de 2019. “Las 460.000 unidades son un piso. Puede ser un poco más, algunos ven un crecimiento a 500.000, pero es prematuro y el mercado es muy dinámico” dijeron desde una de esas dos entidades. La cautela se debe a que el arrastre del flojo cierre de 2019 en el primer trimestre será muy fuerte y recién después se verá el mercado real. También hay que tener en cuenta el impacto del impuestazo a la clase media y la suba de retenciones al campo, especialmente en el segmento de las pick-ups.