El hackeo de mails del Estado Mayor Conjunto generó un terremoto político en el gobierno de Gabriel Boric. La filtración publicada por el sitio BioBio releva la molestia de las Fuerzas Armadas chilena con Alberto Fernández por «inmiscuirse con la política doméstica» y recuerda el encuentro virtual del Grupo de Puebla donde criticó a Sebastián Piñera, el apoyo de Alberto a Lula y los dichos del embajador Rafael Bielsa contra el entonces candidato a presidente, José Antonio Kast, a quien acusó de «anti-argentino».

Pero el documento desnuda otro punto de preocupación de los militares chilenos, vinculado a la disputa por la Patagonia. En los mails hablan de que la narrativa de Boric utilizada en su visita a la Argentina sobre «la Patagonia no tiene fronteras» es un «un potencial argumento para la estrategia argentina sobre los Campos de Hielo sur, el Estrecho de Magallanes y la Plataforma Continental Extendida». Esto último, «dado que el país trasandino impulsa la tesis geopolítica de la prolongación natural de su territorio».

«Otro aspecto que emerge con la afirmación de que en «Patagonia no hay fronteras» son las potenciales iniciativas de actores transnacionales situados en el lado argentino (…) las que deben ser indagadas con profundidad y su posible relación con nuestro país», concluye el informe.

LPO había revelado en el marco de la primera vuelta de la elecciones en Chile que el líder de ultraderecha, José Antonio Kast, buscaba aumentar la presión sobre Argentina en este tema y, el cerebro detrás de todo este discurso era Jorge Guzmán, abogado y académico de la Universidad Austral, que asesora a Kast en temas internacionales y profundiza el estilo radical y soberanista. En la agenda de Kast y en la de los militares chilenos. la violencia mapuche, la Plataforma Continental y los Campos de Hielo Sur (extensión de hielos continentales situada en los Andes patagónicos, en la frontera entre Argentina y Chile) son temas prioritarios.

El documento señala también que el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas de Argentina están desarrollando un plan para robustecer la presencia militar en Tierra del Fuego. Ante eso, proponen el rediseño estratégico para solucionar la «discontinuidad territorial» del continente con «la isla (fueguina)» y de ésta con la Antártida Argentina, destacando la posición geográfica «frente a la presencia militar británica en las Malvinas». El informe de «estimación de riesgo de amenazas» resalta que el Ministerio de Defensa de Argentina anunció un puente aéreo entre Río Gallegos y Tierra del Fuego con aviones de la Fuerza Aérea y advierte: «Implica una decisión política de consolidación del polo logístico de proyección antártica y oceánica, revalorizando estratégicamente la Patagonia como punto de proyección antártica».

Al mismo tiempo, el documento habla del «despliegue en Río Grande de un radar para vigilar y controlar las operaciones del puente aéreo y su espacio circundante, además de la proyección de bases en Ushuaia para el adiestramiento de aviones de combate y el uso militar y civil ligado a las actividades antárticas».

Por último, se menciona la instalación de una unidad del ejército trasandino en Tolhuin, una pequeña localidad ubicada en Tierra del Fuego situada junto al lago Fagnano.

Fuentes con diálogo fluido con los militares chilenos aseguran a LPO que «en general en los correos nunca está la información más importante» y aclara que «esto no tiene porqué llevar a una situación de tensión».

Esta situación obligó a la renuncia del Jefe del Estado Mayor Conjunto, Guillermo Paiva, y la ministra de Defensa chilena, Maya Fernández, anunció que se iniciará un sumario administrativo al interior de la institución militar.