Por Leandro Rosso- Striptease del poder

Estamos en el país del mal en peor. Y por eso la forma de revalidar un mal gobierno anterior, como el de Mauricio Macri y su escabroso final, para este y para los halcones del PRO, les resulta indispensables un presente que cuanto peor mejor. Aunque ese peor sea intencional, como parece haber sucedido en relación con el masivo corte de luz que se produjo el martes 11 de enero pasado.

Que abarcó una enorme área de la CABA, y del conurbano bonaerense, como se puede ver en el mapa de la portada, y dejó sin servicio eléctrico estimativamente a 700 mil usuarios. En el comienzo de una semana que como estaba anunciado, fue una de las más calurosas de la historia. Como para dejar con ese corte una vívida sensación de frustración e indignación, no solo a quienes  lo soportaron, sino también en nuestra agrietada sociedad. Y de paso justificar un aumento en las tarifas como única manera para poder mejorar el servicio.

El caso es que ese masivo corte no se produjo por problemas en la distribución, con demandas cada vez más altas por efecto de la difusión de los aparatos de aire acondicionado, en instalaciones anticuadas que no tenían prevista esa demanda. Sino en la generación de energía, donde según afirmo ese mismo día Juan José Aranguren, ex ministro de Energía de Mauricio Macri, titular de la consultora Energy Consilium. “Argentina cuenta con generación para mantener abastecida una demanda récords en días de calor, pero “hay ausencia de inversión” en el sistema de distribución.

No obstante esas afirmaciones, lo más curioso es que la falla en el suministro residió en la usina Central Puerto, propiedad del grupo Sedesa. La que a su vez tiene como principales accionistas a Nicolás “Niky” Caputo, el “hermano del alma” del ex presidente Mauricio Macri, con el 23% de las acciones, junto con Carlos Miguens Bemberg (33,9%), Guillermo Reca, (22,5%), la familia Escasany (13,6%) y los hermanos Ruete Aguirre (7%).

O sea lo más granado de la elite conservadora argentina, a la que seguramente a cualquiera de ellos no le haría asco ponerle una zancadilla al actual gobierno, de un perfil que se podría definir ambiguamente como social demócrata. Al mismo tiempo que fue el mismo Macri, quien desde Angostura, como si estuviese esperando el acontecimiento, lanzó un elocuente twit con un fondo negro y un escueto título “Retuit”.

Y máxime si ello repercute favorablemente en la demanda de aumentos de tarifas en la distribución de energía, donde tanto Caputo, Reca, y los Escasany, cuentan con acciones en Edesur. Distribuidora que últimamente ha reportado notables pérdidas mensuales en sus balances, por efecto del congelamiento de las tarifas.

El inusual apagón del 11/1 y su sugerente cobertura

Como se dijo el apagón contundente ocurrió el martes 11 de enero, afectando a 700 mil usuarios de CABA y Gran Buenos Aires. Según informó el ENRE: “Siendo las 13:14 horas del 11 de enero del corriente se produjo el desenganche de la Línea 46 de Alta Tensión que vincula la Estación Transformadora Morón con la Estación Transformadora de Malaver de 220kV, produciendo una subfrecuencia en el sistema que desencadenó el desenganche de las máquinas de Central Puerto NPUETV06, PNUETV09 y CEPUTG12 con 235/235/210 MW.”

“Asimismo, a las 13:28 horas se produjo el desenganche de la Línea 48 de Alta Tensión, que vincula las mismas Estaciones Transformadoras que la LAT46, manteniendo la subfrecuencia en el sistema y produciendo el desenganche de las máquinas de Central Puerto Número CEPUTG11/TV10, con 210/90 MW. Un informe preliminar señala como causa de la falla en las líneas de alta tensión a un evento en el área de Costa Esperanza, en la zona de San Martín.”

“Estas fallas produjeron un corte de aproximadamente 1.800 MW; se estima que unos 700.000 usuarios y usuarias se encuentran afectados por el evento. En estos momentos Central Puerto está haciendo las tareas de arranque de la CEPUTG12, a los fines de iniciar la normalización del suministro. Al momento el Ente se encuentra realizando el monitoreo de las acciones informadas por EDENOR S.A. para determinar con precisión el origen de la falla.”

Claramente el informe señalaba que en Central Puerto es donde residía la falla, con la salida en la hora pico de al menos cuatro de sus grupos generadores. Y al respecto resulta notable el cubrimiento que le dio Clarín al acontecimiento, con una nota con título “Que pasó. Masivo corte de luz en la Ciudad y el Conurbano: fuertes cruces entre Edenor y el ENRE por la responsabilidad del apagón”. En cuyo copete decía: “La compañía afirma que se originó por el incendio de una vivienda que afectó una línea de alta tensión. Pero el ente regulador apunta a otro colapso de la red por el consumo record en medio de la ola de calor.”

En esencia, el subtexto de esa nota de Clarín firmada nada menos que por Mariano Roa, en base a información de Geraldine Mitelman, seguida por otras posteriores, como tratando de brindar una cobertura a Central Puerto de Niky Caputo, insistía que el humo de un incendio en una vivienda precaria construida debajo de una línea de alta tensión, como se puede ver en la fotografía, había disparado una protección que había deshabilitado las máquinas de Central Puerto.

Se basaba para ello en un comunicado emitido por Edenor, que actualmente ha sido copada por el grupo Vila Manzano, distribuidora de electricidad que igual que Edesur, también anda famélica por el congelamiento de las tarifas, en el que afirmaba: “Edenor informa que alrededor de las 13:00 hs. salió de servicio una línea de alta tensión debido a un incendio ocurrido en una vivienda en el partido de San Martín. Esto produjo una perturbación que afectó inicialmente el servicio en algunas zonas de los partidos de Tigre, San Fernando, San Martín y posteriormente se produjeron salidas se servicio de máquinas generadoras de la central Nuevo Puerto. “

“Se afectó a gran parte del corredor Norte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el conurbano. La empresa ha comenzado las maniobras de normalización que serán escalonadas y se espera reponer el servicio de manera progresiva en las próximas dos horas. Edenor lamenta el accidente ocurrido y particularmente en un día como el de hoy en el que se han registrado temperaturas inusuales con el consiguiente pico de consumo eléctrico.”

Al respecto Clarín afirmó: “Pero desde el ENRE y la Municipalidad de San Martín dicen otra cosa. ​»No hubo incendio alguno de esas características. No tenemos alerta en Defensa Civil y los bomberos voluntarios de la zona tampoco recibieron ninguna llamada. La versión de Edenor no cierra «, aseguraron en la Municipalidad ante la consulta de Clarín”.

“Clarín pudo confirmar, por recorrer la villa, hablar con los vecinos e inclusive con los bomberos de un cuartel de la zona, que efectivamente hubo un incendio. Pero en este punto también surgen versiones encontradas: hay quienes aseguran que el fuego se originó en una de las casas y que el humo llegó al cable, y otros que remarcan que hubo una especie de cortocircuito en la línea de alta tensión con chispas que provocaron el fuego en la vivienda.”

Las gruesas evidencias de la intencionalidad del apagón

Pero más allá de esos flirteos y desinformación de la noticia, echándole la culpa Clarín del enorme apagón de luz a los que menos luz tienen, lo cierto es que la falla residió en Central Puerto, propiedad de Niky Caputo, el “amigo del alma” de Mauricio Macri.

Y por su parte los reportes de CAMMESA (Compañía Administradora Mercado Mayorista Eléctrico SA) respecto la programación y generación de energía por parte de esa central, que son públicos y a los que accedió Stripteasedelpoder.com, hablan a las claras de que “hay algo podrido”, no en Dinamarca, sino en la Central Puerto, en relación con ese conmocionánte apagón.

Como se suele hacer en los análisis eléctricos, en el siguiente grafico en base los datos de los “Reportes Actuales e Históricos – Post Operativo” de CAMMESA, se ha consignado la generación de energía eléctrica concretada por Central Puerto una semana antes y un día antes del 11/1, o sea el martes 4 de enero y lunes 10 de enero. Y los dos días posteriores al 11/1, o sea 12 y 13 de enero.

En él se puede apreciar la brutal caída en la generación que se registró el 11/1 (línea roja) en la Central Puerto, muy por debajo de las anteriores lunes 10, martes 4, y jueves 13. La que a partir de las 11 hs en lugar de seguir subiendo hacia la hora pico, cayó estrepitosamente ubicándose a un nivel de 114 MG (Megwats) a las 15 horas.

Habiendo registrado en los días previos, 1.332 MG en esa hora pico el lunes 10 (línea verde), y 1.295 MG el martes 4 (línea azul), o sea entre diez y once veces más. E incluso el jueves 13 posterior (línea celeste) llegó a 1.040 MW, o sea nueve veces más. Por su parte, al día siguiente del 11/1, el miércoles 12, la Central Puerto reveló a todo lo largo de esa jornada un comportamiento más que anodino, con una producción que osciló entre los 300 y 400 MW, generando en la hora pico de las 15, solo 348 MW.

Programación versus generación

Otro dato notable, que habla a las claras de un comportamiento intencional, son las discrepancias entre lo programado y lo efectivamente generado durante esos días. Que se puede apreciar comparativamente en forma sucesiva en los siguientes gráficos, en relación con los diez grupos generadores que cuenta esa central.

Como resumen de la comparación, el día 4 estaba programado que Central Puerto operara 9 grupos, con una generación total de energía eléctrica de 42.834 MW, y solo operó 8 grupos, con una generación de 26.348 MW, o sea un 38 % menos.

El día 10 estaba programado que Central Puerto operara 10 grupos, con una generación total de 48.185 MW, y solo operó 8 grupos, con una generación de 28.110 MW, o sea un 42 % menos.

El día 11/1 estaba programado que Central Puerto operara 9 grupos, con una generación total de 46.301 MW, y solo operó 4 grupos, con una generación de 7.622 MW, o sea un 84 % menos.

El día 12 estaba programado que Central Puerto operara 6 grupos, con una generación total de 29.245 MW, y solo operó 3 grupos, con una generación de 8.170 MW, o sea un 72 % menos.

Y el día 13 estaba programado que Central Puerto operara 8 grupos, con una generación total de 41.191 MW, y operó los 8 grupos, pero con una generación de 24.008 MW, o sea un 42 % menos.

La hora fatídica de las 15

Con el huso horario adoptado por Argentina, la hora pico de la demanda de electricidad en verano, se da las 15 horas, en que casi todas las máquinas se echan andar. De la misma manera que el análisis anterior, seguidamente se compara con gráficos sucesivos lo programado y generado por la Central Puerto, en dicha hora.

Como resumen de la comparación, el día 4 estaba programado que a las 15 hs Central Puerto operara 9 grupos, con una generación de 1.961 MW, y solo operó 8 grupos, con una generación de 1.295 MW, o sea un 34 % menos.

El día 10 estaba programado que a las 15 hs Central Puerto operara 10 grupos, con una generación de 2.194 MW, y solo operó 7 grupos, con una generación de 1.332 MW, o sea un 39 % menos.

El día 11/1 estaba programado que a las 15 hs Central Puerto operara 9 grupos, con una generación de 2.010 MW, y solo operó 1 grupo, con una generación de solo 114 MW, o sea un 94 % menos.

El día 12 estaba programado que a las 15 hs Central Puerto operara 6 grupos, con una generación de 1.254 MW, y solo operó 3 grupos, con una generación de 348 MW, o sea un 72 % menos.

El día 13 estaba programado que a las 15 hs Central Puerto operara 8 grupos, con una generación de 1.657 MW, y solo operó 6 grupos, con una generación de 1.040MW, o sea un 37 % menos.

Una generadora en apuros

Central Puerto es una de las principales empresas generadoras de energía eléctrica del país, con inversiones en numerosas plantas termoeléctricas en todo el país. Además de Central Puerto detenta la central Brigadier López, y tiene participación accionaria en la Central Vuelta de Obligado SA, Termoeléctrica José de San Martín SA, y Termoeléctrica Manuel Belgrano SA. Es dueña también del parque eólico “La Castellana” en Bahía Blanca, y por eso también está enfrentado con el actual gobierno, que pretende rebajar las altas tarifas que se otorgaron a esos parques durante el gobierno de Macri.

A mediados del año 2021, la empresa notificó a la Comisión Nacional de Valores que estaba en default, al no poder abonar una cuota de U$S 36 millones de un préstamo que le había otorgado dos años atrás un pool de bancos extranjeros integrados por Citibank, JP Morgan Chase Bank, y el Morgan Stanley Senior Funding. Por un monto total de 180 millones de dólares, contraído para la compra de la planta termoeléctrica Brigadier López.

La Central Brigadier López, ubicada en el parque industrial de la localidad de Sauce Viejo, sobre la Ruta Nacional N° 11 de la provincia de Santa Fe, a veinte kilómetros de la ciudad del mismo nombre, tiene una potencia instalada de 280 MW y está habilitada desde agosto del 2012. Fue construida, mediante una UTE, por las empresas IECSA; de la familia Macri, e Isolux Corsán, multinacional española cuestionada tanto en su país de origen como en el nuestro. Donde su CEO oriundo de Córdoba, Juan Carlos Goycochea se presentó como el primer arrepentido en la causa de los Cuadernos de la corrupción en 2018.

Curiosamente, a finales de 2016, en el primer año del gobierno de Mauricio Macri, se rescindió el contrato a las constructoras. Pero en el caso de IECSA, que luego sería vendida a Marcelo Mindlin bajo el nombre de SACDE SA, se le pagó 1.600 millones de pesos en carácter de indemnización. Unos 100 millones de dólares de ese entonces. Tanto la central Brigadier López, como la central termoeléctrica Ensenada del Barragán, fueron a pasar bajo la órbita de la empresa Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (IEASA), que era la ex ENARSA y cambió su nombre en el 2017.

En junio de 2019, en las finales a los tumbos del gobierno de Mauricio Macri, se suscribió el contrato de transferencia del fondo de comercio y de ejecución de las obras de cierre de ciclo térmico de Brigadier López a favor de Central Puerto. Tras un llamado a licitación en la que solo participaron Central Puerto e YPF, que fue cuestionada tanto por la oposición como incluso por parte de la UCR, que formaba parte de la coalición gobernantes, ya que se sospechaba que el precio que figuraba en los pliegos era a la mitad de lo que costaban construirlas.

Los por entonces diputados nacionales Rodolfo Tailhade, María Emilia Soria, María Fernanda Vallejos, y Adrián Grana cuestionaron esa licitación ante la justicia, diciendo que el estado enfrentaría una pérdida de 400 millones de dólares, causa que recayó en manos del juez federal Rafecas y el fiscal Pollicita.

Las andanzas de los “hermanos del alma” Caputo y Macri

Nicolás “Niky” Caputo conoce a Mauricio Macri desde los seis años de edad, cuando ambos ingresaron al colegio Cardenal Newman. Desde allí se hicieron “amigos del alma”. Título que quedó refrendado cuando Niky pagó en persona el rescate del actual Jefe de Gobierno en 1991, luego que padeciera un recordado secuestro.

Juntos fundaron la empresa de aire acondicionado para automóviles Mirgor SA en 1983, radicada en Tierra del Fuego para aprovechar los generosos subsidios estatales otorgados a quiene se instalen en esa remota provincia. Y también fundaron el partido Propuesta Republicana (PRO) en 2003, del cual Macri fue presidente y Caputo vice. Los contratos de Caputo con el gobierno porteño se multiplicaron casi por diez bajo la gestión de Macri.

Los antecedentes de apagones con fines desestabilizantes

A finales del año 1988, Argentina padecía también una crisis energética, por la falta de mantenimiento en el parque térmico en que había incurrido, intencionadamente o no, el entonces ministro de Obras Públicas Rodolfo Terragno, propiciador al mismo tiempo de las privatizaciones. No obstante la baja hidraulicidad que se anticipaba en relación con el parque hidráulico.

Esa imprevisión negligente llevó al presidente Raúl Alfonsín con el consejo de Terragno, a tomar medidas para ahorrar el consumo energético. Así a lo largo del verano de 1989, las familias argentinas padecieron cortes de luz programados, que alcanzaban entre las cinco y las seis horas diarias, en un periodo estival de altas temperaturas.

«Los diarios y los programas de televisión reflejaban imágenes apocalípticas por aquellos días: gente que quedaba atrapada en ascensores, protestas de vecinos sin agua, personas haciendo fila para cargar baldes de agua, multitudes comprando bolsas de hielo en estaciones de servicio, quejas por el aumento en los precios de las velas, entre otras«, recordaba Agustina Larrea en una crónica de archivo para Infobae.

Medio que junto con Clarín, parangonaron aquellos cortes del pasado con los actuales, incluyendo recientemente en sendas notas, una serie de portadas del diario Clarín referidas a aquellas insoportables jornadas. Contemplar críticamente esos registros, arroja la conclusión de como los medios masivos de comunicación pueden transformar un incendio en un infierno.

Considerada como la peor que se ha vivido en toda la historia, la crisis energética del verano 1988-89 fue uno de los componentes de la “tormenta perfecta” que en el último tramo de su gobierno, enfrentó el primer presidente de la vuelta de la democracia, Raúl Alfonsín. Acompañada de la liberación del dólar; la híper inflación; y el inusitado ataque al cuartel de La Tablada concretado en enero de 1989 por un grupo guerrillero conducido por Gorriarán Merlo. Que al implicar a altos funcionarios de Alfonsín, causó un efecto similar a la muerte del fiscal Alberto Nisman en enero de 2015, otro año de elecciones presidenciales.

Shocks que elevaron la rabia ciudadana al máximo, la que se expresó de manera callejera mediante manifestaciones y saqueos, que precipitaron la retirada del primer mandatario cinco meses antes de concluir su periodo presidencial.  Los que acorde con la “política del shock” descripta por Noemi Klein, posibilitaron las políticas de desguace del estado y privatizaciones a cambio de la deuda que vino después, de la mano de Carlos Menem y Domingo Cavallo.

De esa manera las centrales Puerto Nuevo y Nuevo Puerto que eran de la estatal SEGBA (Servicios Eléctricos Gran Buenos Aires), después de pasar por distintas manos extranjeras a cambio de papeles de la deuda que no valían nada,  terminaron en manos de Sedesa de Niky Caputo y compañía.

Pero ningún tiempo pasado fue mucho mejor, ya que SEGBA fue precedida por la CHADE – CADE, propietarias de las usinas Puerto Nuevo y Nuevo Puerto. Firmas que dieron origen al escándalo del mismo nombre, investigado en el famoso y recoleto “Informe Rodríguez Conde”, que constató los sobornos que recibieron los concejales de la UCR, para extender la concesión del servicio eléctrico por 40 años más.  Con los que se habría edificado el Comité de la UCR sito en Tucumán 1.660 en la CABA, al que por esas coimas algunos denominan la “casa eléctrica”.

Situación análoga vive el país Venezuela en los últimos años, donde las caídas del suministro eléctrico es una constante en los tórridos veranos de ese país. Gran parte de la sociedad venezolana padece la ausencia de esos servicios, y desde el gobierno señalan reiteradamente que provienen de actos de sabotaje por parte de sectores opositores, afines a intereses extranjeros, que buscan la destitución del mandatario Nicolás Maduro.

En Argentina, los posteriores presidentes se han rehusado a replicar el modelo «alfonsinista» de los “cortes programados” en el servicio eléctrico, y si se ejecutan tratan por todos los medios que no parezcan programados. En cierta manera, se trata de un fantasma que recorre a toda la dirigencia política, ante el fenómeno de la notable expansión de la demanda eléctrica con la existencia de cada vez mayor cantidades de bienes de confort, que demandan más y más electricidad.

Un país sin electricidad en verano, es no tener una fuente para refrescarse de forma hogareña, ni conservar alimentos y bebidas frescas, ni poder disfrutar de los momentos de ocio, y tener que convivir en las noches más lúgubres. Sobre todo en lo que respecta en las grandes ciudades, donde el enojo se torna más notorio.

Más todavía cuando esos cortes pueden ser empleados por los grandes medios de comunicación con intencionalidades políticas, para dañar al gobierno. Y económicas, para justificar la elevación de las tarifas, como lo hace a diario el diario del Big Business Clarín. De hecho con el reciente apagón del 11/1  aparecieron en dicho multimedio volantas de noticias con tópicos como «Sistema al límite», «Sistema colapsado» o «Colapso del sistema». Con el agregado  de registros fotográficos de indignados vecinos que se manifiestan en contra de los cortes. Mientras que a la par brinda generosos espacios a referentes de la oposición para que opinen sobre el tema, como es el caso del ex-ministro de Energía de Macri, Juan José Aranguren.

En ese marco, y más allá de los rastros digitales con todos los dedos dejados en los reportes de CAMMESA por parte de la Central Puerto de Niky Caputo, es más que plausible que este, el empresario más estimado por Mauricio Macri y viceversa, haya tenido intención en suscitar el apagón del 11/1, para tensionar aún más la situación que se vive en el principal aglomerado urbano del país.

Nada se descarta para una elección del 2023 que parece distante, en un panorama electoral tan disperso como impredecible. En donde el PRO y Mauricio Macri están obligados a equilibrar de alguna manera,  el gran apagón que soportó todo el país en el Día del Padre, en el último año del gobierno de Cambiemos, que ya venía a los tumbos con el acuerdo con el FMI. Pocas semanas antes de las PASO de ese año, donde obtuvo un resultado catastrófico.-