Por Analía Argento para El Cronista

El kirchnerismo no debe haber imaginado que el exgobernador Daniel Scioli obligaría a ir a una competencia interna. Habrá Paso y la confirmación la dio el PJ de la provincia de Buenos Aires en un duro comunicado que sacó Máximo Kirchner y con el que acusó al Presidente Alberto Fernández y al embajador en Brasil de «victimizarse» y de poner en riesgo el futuro del peronismo con la amenaza de judicializar la discusión partidaria. Cristina Kirchner se corrió de la disputa, al menos públicamente.

La pelea en estas elecciones 2023 sería entre Scioli y el ministro del Interior, Eduardo ‘Wado’ de Pedro, con Axel Kicillof como precandidato a gobernador contra Victoria Tolosa Paz. ¿Sergio Massa irá para el Senado desde el lado kirchnerista? El ministro de Economía todavía no habló. Sus últimas palabras las pronunció el sábado en Tortuguitas con señales de unidad y con la estética que preanunciaba el nuevo sello de Unión por la Patria.

«Falta para los candidatos», frenó la especulación un importante dirigente a la espera de las conversaciones que tengan lugar en los próximos días y hasta el 24 de junio, cuando venza el plazo de inscripción de la fórmula presidencial y las listas nacionales.

Hoy mismo la Vicepresidenta hablará en un acto en Santa Cruz en la inauguración de un hospital junto a la gobernadora Alicia Kirchner, su cuñada, y probablemente su hijo. A las 15 habrá un acto en el Deportivo Morón, organizado por Nuevo Encuentro con el intendente Lucas Ghi y el titular de la fuerza, Martín Sabbatella como anfitriones. Habrá un único orador, Wado de Pedro, que le hablará «a la militancia» como precandidato, no como ministro.

De todos modos y aún cuando el kirchnerismo bonaerense apuntala a De Pedro y acompaña a Kicillof, recomiendan prudencia y señalan que no es tiempo de anuncios.

Primera interna peronista y del exFrente de Todos

El peronismo tuvo fórmula única -con designación a dedo- en la presidencial del 2015 y en la del 2019, cuando el kirchnerismo y La Cámpora estaban fuertes.

Tampoco se usaron las PASO en las legislativas de los últimos años. Incluso Cristina Kirchner en 2017 prefirió dejar el sello del PJ a Florencio Randazzo para no competir con su exministro del Interior por la candidatura a senador. ¿Por qué ahora habrá por lo menos dos listas?

Scioli, que nunca enfrentó al kirchnerismo, esta vez se unió a los ‘heridos’ que dejó el kirchnerismo, empezando por el propio Presidente Fernández que, sin fuerza política, sí tiene capacidad de resistencia (o de «daño», lo acusan).

Y Cristina, que en 2017 cayó derrotada, prefirió no convertir a Scioli en verdugo del espacio. No tuvo margen. Como Scioli, o como Massa, que no pueden romper porque todos los votos son necesarios. Si no alcanzaba en 2019, tampoco en 2023, coinciden a pesar de la puja de poder.

Negociaciones con Máximo Kirchner a la cabeza

En ese contexto de tensión, Máximo Kirchner se vio obligado a sentarse a negociar, un nuevo escenario que no se vio cuatro años atrás cuando desde el Instituto Patria punteaban las listas sin discusión interna. Sólo se intercambiaban espacios con el Frente Renovador de Massa para convencerlo y sumarlo.

El primer síntoma de la debilidad K se visibilizó el martes por la mañana cuando el diputado Kirchner se juntó con la exdiputada Victoria Tolosa Paz, ministra de Desarrollo y aspirante a competir contra Kicillof.

El miércoles por la mañana el diputado tuvo una larga reunión con Alberto Pérez pero no pudo convencerlo de bajar la precandidatura de Scioli. Dicen que pactaron una contienda «ordenada» que se traduce en un piso de 30% para integrar listas, cinco puntos más que en elecciones anteriores y diez puntos por debajo de lo que proponía el kirchnerismo.

Lo que sí logró el presidente del PJ bonaerense, que cobró una centralidad mayor en las negociaciones, fue un corset para el reparto en las listas: el quinto y undécimo lugar en la nómina de diputados nacionales serán para los perdedores. Antes quien quedaba segundo accedía al tercer lugar.

«La diferencia eran dos diputados», rumiaban con enojo los mismos que aprobaron el nuevo logo con el que se identificará al frente oficialista y el cambio de identidad: Unión por la Patria, mutó la alianza que aglutina dirigentes con fuertes diferencias pero presionados por gobernadores y sindicalistas para sostener la unidad.

¿De Pedro Presidente?

A Wado de Pedro le sirve la PASO. En cambio, la rechazó todo lo que pudo Sergio Massa que encendió las alertas sobre la economía del día después según cómo se lean los resultados electorales. Axel Kicillof prefiere resistir en Buenos Aires. Este miércoles estuvo lejos de la rosca y se ocupó de anuncios de gestión en una visita a Olavarría, un municipio del PRO. Resistió -y resiste- la presión para que dé el salto a la disputa nacional.

En nombre del kirchnerismo Máximo Kirchner difundió un texto con sello del PJ bonaerense. Así anunció que tras el rechazo de la propuesta propia se aceptaba la del tándem Fernández-Scioli para evitar «la intromisión judicial».

«Llama la atención la especial dedicación y esfuerzo que han puesto en la discusión sobre ‘un diputado nacional más o uno menos’. Ojalá hubieran puesto la misma dedicación y esfuerzo en recuperar el poder adquisitivo de ciudadanos y ciudadanas, en la administración de las reservas del Banco Central de la República Argentina, o en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que quedó muy lejos de las bondades que el Presidente anunciara una mañana de enero del 2022», indica el texto.

Y agrega que «parece mentira que el sector que encabeza el presidente Alberto Ángel Fernández se queje del trato que se brinda a la minoría que representa siendo que en 2019 era minoría de minorías y fue propuesto como candidato a presidente por Cristina Fernández de Kirchner».

Como ocurrió el martes en provincia de Buenos Aires, los apoderados de los distintos partidos que integran lo que hasta ahora fue el Frente de Todos, pusieron su firma en hojas en blanco. Luego se completó con el nuevo nombre: Unión por la Patria. El mismo acto se sucedió para el PJ nacional y para el PJ de la Ciudad de Buenos Aires.

Por la sede de Matheu 130 pasaron los responsables legales de las distintas fuerzas: Patria Grande (de Juan Grabois); Unidad Popular (Claudio Lozano); Forja (Gustavo López y el gobernador Gustavo Melella); Partido de la Victoria (Diana Conti) y también el Partido Intransigente; el Partido Comunista; el Partido Conservador Popular; el Partido Federal; y PARTE, del legislador Claudio Ferreño, amigo de Alberto Fernández y jefe del bloque de la Legislatura de la Ciudad. Sólo este último responde al Presidente.

El mismo día en que se conoció el índice de inflación, que lleva la anual a 114%, el Frente de Todos se transformó en una nueva coalición con logo simulando una escarapela, con los colores patrios y en el centro las letras UP en amarillo.

Se baja el Frente de Todos, sube Unión por la Patria

El primer mensaje de la Unión por la Patria se difundió después de que los apoderados pasaran por la sede del PJ.

«Nuestro país está frente a una encrucijada histórica. Tenemos una oportunidad única para poner a la Argentina en una senda de crecimiento económico con inclusión social», señaló la nueva cuenta en redes sociales que parece mostrar una confluencia que choca con el comunicado de Kirchner hijo.

El texto disparó contra lo que fueron la Alianza y Cambiemos: «Sabemos lo que tenemos enfrente. Quienes protagonizaron los gobiernos de De la Rúa y Mauricio Macri pretenden volver hoy con las mismas recetas pero de manera más rápida y contundente».

También se comparó la propuesta de la oposición con la crisis del 2001, el acuerdo con el Fondo que hizo Macri en el 2018, tras el pago de la deuda durante el gobierno de Néstor Kirchner.

«Proponen la construcción de un país para pocos que incluye la eliminación de sus adversarios políticos», continúa el mensaje que hace alusión a las palabras de Cristina Kirchner sobre el atentado que sufrió en septiembre del año pasado.

Y cuestiona las propuestas de dolarización y ajuste, con una advertencia para la clase media.