LUNES, 07 DE OCT

Arzobispo de San Juan pidió cuidar a los adultos mayores: “No permitamos que sean descartados”

“Hoy son abuelas y abuelos que en su juventud y vida adulta se entregaron con generosidad en tiempos de siembra para que hoy tengamos frutos y, recogiendo su testimonio, volvamos a esparcir semilla con el corazón abierto al futuro”, afirmó Jorge Lozano.

 

El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Lozano, exhortó este lunes a “acompañar y no descartar” a los abuelos y los ancianos, quienes, afirmó “con manos arrugadas por el trabajo, el esfuerzo y los años, siguen transmitiendo la ternura que sostiene y fortalece”.

El prelado se expresó así en el marco de la Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores, en la cual el papa Francisco dijo que los ancianos son las “raíces que los más jóvenes necesitan para llegar a ser adultos”.

Lozano destacó en su mensaje que cuando visita las casas y hay un anciano, “he podido escuchar historias maravillosas e impactantes”.

También rescató el día que vio una muestra fotográfica de una comunidad parroquial con “imágenes del templo destruido durante el terremoto de 1944” en San Juan “y las obras que llevaron unos cuantos años para construir el nuevo, inaugurado un par de décadas después. Muchos que ya murieron, y otros que forman parte del presente”.

“Hoy son abuelas y abuelos que en su juventud y vida adulta se entregaron con generosidad en tiempos de siembra para que hoy tengamos frutos y, recogiendo su testimonio, volvamos a esparcir semilla con el corazón abierto al futuro”, afirmó Lozano.

El arzobispo destacó que “en muchas familias, abuelas y abuelos dedican largas horas de la semana en cuidar a los nietos, jugar con ellos, ayudarles en alguna tarea de la escuela”.

“Son los primeros catequistas, a veces, los únicos, enseñando las oraciones y hablando del cielo cuando irrumpe la muerte de alguien cercano. Son forjadores de esperanza”, sostuvo.

Tras afirmar que “los ancianos son quienes nos transmiten la pertenencia al Pueblo santo de Dios”, dijo que “tanto la Iglesia como la sociedad los necesita. Ellos entregan al presente un pasado necesario para construir el futuro”.

“Honrémoslos, no nos privemos de su compañía y no los privemos de la nuestra; no permitamos que sean descartados”, exhortó Lozano, citando a Francisco.

Y sostuvo que las comunidades parroquiales celebran a “todos los que, con manos arrugadas por el trabajo, el esfuerzo, los años, siguen transmitiendo ternura que sostiene y fortalece”.

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