La Biblia relata en el libro del Apocalipsis la rebelión de un tercio de los ángeles contra Dios, que fue sofocada por el Arcángel Miguel arengando a los ángeles buenos con el grito «quién como Dios», y que significó la expulsión de los ángeles rebeldes del cielo.

Pero también se considera que un correlato de ese combate sucedió en la Tierra. Y está identificado el lugar.

Es más, hay una señal física que ha quedado en la Tierra, como una anomalía magnética, en el lugar en que la espada de San Miguel Arcángel cortó la rebelión y asestó el golpe decisivo al demonio. 

¿Quién es el arcángel Miguel?

San Miguel es el arcángel más conocido y se le considera el jefe de los ejércitos celestiales.

Lideró la milicia celestial para luchar contra Lucifer y sus ángeles caídos, cuando se desató una batalla en los cielos que decidió el futuro de la humanidad, así como el del universo.

Y derrotó a Lucifer durante la guerra de los ángeles como lo destaca el libro del Apocalipsis.

Es quien hizo la elección de la humildad ante Dios y ganó la guerra celestial del Bien contra el Mal. Mientras que Lucifer hizo la elección de su orgullo y fue arrojado al infierno.

De ahí nació espiritualmente la separación entre la luz y las tinieblas, la elección simbólica dada a todos desde la creación del mundo. Un mensaje universal desde los albores de los tiempos.

Pero también Miguel es el brazo derecho de Jesús que le ayuda a juzgar las almas durante el Juicio Final, por eso a veces se le presenta con una balanza para pesar a las almas.

Sin embargo, su representación más común en la iconografía occidental, es la del caballero con armadura, armado con una lanza, a veces con una espada flamígera y un escudo adornado con una cruz. Y está matando a un dragón, que simboliza a Satanás, no un simple dragón.

Según el relato bíblico, al principio de los tiempos se produjo una gigantesca guerra cósmica, donde el ángel Miguel tomó el mando de la milicia celestial y Lucifer el mando de los demonios.

El Apocalipsis capítulo 12 versículos 7 a 9 dice que hubo una guerra en el cielo, en la que Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón y sus ángeles. Y el gran dragón, la serpiente antigua, llamado diablo y satanás, el que engaña a toda la Tierra, fue arrojado a la Tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Lucifer cayó y gradualmente perdió todas sus cualidades y virtudes divinas.

Y en el momento de la victoria Miguel le gritó a Lucifer, “¿Quién como Dios?”.

Correlato en la Tierra

Esa batalla en el cielo también tuvo su correlato en la Tierra y se dice que transcurrió en una línea que recorre Europa y que está jalonada misteriosamente por monasterios dedicados al Arcángel Miguel.

Esta línea la habría trazado el propio arcángel San Miguel, según la tradición, con un golpe de espada en la corteza terrestre, en medio de la lucha. Y se puede ver en los mapas por una línea recta que cruza Europa uniendo 7 lugares.

Todos estos lugares están alineados con las líneas energéticas de la Tierra, denominadas así por la presencia de un mayor magnetismo. Y están perfectamente alineados con la puesta de sol en el día del solsticio de verano, de modo que en todos ellos, en ese día, se posa el último rayo de sol.

Esta línea recta está conformada por 7 monasterios construidos para honrar al Arcángel Miguel.

Y está destinada a mostrar, desde el punto de vista espiritual, el señorío de San Miguel sobre el demonio.

Los siete monasterios

Comienza en Irlanda, en Skellig Michael, donde se dice que San Miguel apareció a San Patricio para liberar al país de las influencias diabólicas.

El segundo monasterio de la línea está en Cornualles Inglaterra, donde se dice que San Miguel apareció a varios pescadores.

El tercer monasterio es el Mont San Michel en Normandía, Francia, donde se apareció a San Auberto, en el lugar que se dice fue el epicentro de la batalla entre Miguel y el dragón.

El siguiente monasterio está en los Alpes italianos y es la Sacra di San Miguel, una abadía que se construyó en el año 1000.

El quinto monasterio está en el Monte Gargano, conocido también como Monte Sant Ángelo, en el sur de Italia, donde la historia registra que San Miguel apareció 4 veces a través de los años, y es el más famoso de los puntos de la espada de San Miguel.

El punto siguiente es el Monasterio Ortodoxo de Symi, en Grecia.

Y finalmente el último punto es el monasterio del Monte Carmelo, en Haifa, Israel.

Mont San Michel y sus leyendas

Se dice que en el Mont San Michel, en las costas de Normandía, Francia, fue donde San Miguel obtuvo su victoria sobre el dragón y expulsó a los demonios, cómo está en la Biblia, y abundan las leyendas sobrenaturales sobre la pequeñita isla.

Desde que los hombres caminaron la Tierra hubo leyendas que decían que en la isla había un pasaje de este mundo hacia el otro, y que los muertos de la región eran llevados al monte y allí hacían el pasaje. Y desde ese momento quedó asociado a San Miguel, porque se creía que él cumplía la función de llevar a las almas al juicio de Dios.

También se habla de historias de sirenas atrayendo pecadores a las rocas, pero San Miguel aparecía para guiarlos hacia la seguridad. Por eso los pescadores consideraban a San Miguel como su patrón.

Estas leyendas fueron las que llevaron a monjes peregrinos a la isla para orar.

Otra leyenda refiere a un monje que buscaba agua dulce en el islote y no la encontraba, y se le apareció San Miguel, le dijo que golpeara una roca, y a partir de ahí fluyó el agua dulce.

San Auberto, obispo de Avranches, miles de años después de que se produjera la lucha entre Miguel y el dragón, presenció la lucha en una visión.

Y recibió en sueños la orden de San Miguel de construirle un lugar de devoción en el lugar donde venció al demonio, que a la postre es el Santuario actual.

San Miguel se le apareció a San Auberto en octubre del año 708, ordenándole construir un santuario a su nombre en la parte más alta de la Isla.

San Auberto consideró que era un sueño y no le prestó atención.

La noche siguiente San Miguel se le apareció de nuevo repitiendo la orden de construcción del Santuario. Y también San Auberto desechó la idea, porque además implicaba una tarea titánica la construcción de una iglesia en una isla rocosa rodeada por el mar.

Sin embargo, San Miguel estaba decidido a que se construyera su Santuario. Y a la noche siguiente presionó con su dedo en el cráneo de San Auberto mientras dormía, produciéndole un agujero.

Esto le convenció de que no se trataba solamente de un sueño y de que San Miguel estaba realmente interesado en ese Santuario.

Pero luego San Auberto dudó del lugar donde debía estar la iglesia. Y se le apareció San Miguel que le dijo que debía construirse en un lugar en que un toro estaba escondido de los ladrones.

San Auberto también dudó de cómo encontrar a ese toro y se le apareció nuevamente San Miguel y le dijo que debía buscar las huellas donde había pisado el toro con sus patas.

Entonces identificó el lugar, pero había que quitar dos rocas, y eran imposibles de mover por su tamaño. Y San Miguel se le apareció a un hombre a quien le ordenó levantar las rocas, lo que él hizo sin la menor dificultad, como si no pesaran nada.

Allí se edificó la iglesia y la Leyenda Dorada cuenta que San Miguel colocó su pie sobre una piedra de mármol en el altar. Y que también hizo surgir agua de una fuente que sustenta al santuario hasta nuestros días.

Luego que San Auberto hizo construir rápidamente el santuario, consiguió dos reliquias del Monte Gargano, donde se había aparecido San Miguel en el año 490: un mantel rojo y un pedazo de roca que tenían las huellas de San Miguel.

Y a partir de ahí según cuenta la leyenda, San Auberto habría tenido el poder de expulsar a los animales que amenazaban al ganado de los fieles, tan solo con el signo de la cruz, ordenándole a las bestias a retirarse mar adentro y no volver a presentarse.

Hoy todavía se conserva la reliquia del cráneo de San Auberto con el famoso agujero en la parte parietal derecha, que tiene un diámetro de 2 centímetros.

Según estudios, el cráneo pertenecería a una persona de unos sesenta años que habría sufrido un quiste epidermoide, y la prueba del Carbono 14 lo fecha entre los años 662 y 771, que coincide con la época del obispo San Auberto.

Mientras que el santuario hoy es un gran lugar de peregrinación que recibe más de 3 millones de visitas al año. El Monasterio, cuyo campanario apunta al cielo y resalta en el impresionante entorno natural, está en la cumbre del islote rocoso de 4 km2, que queda rodeado de agua cuando hay alta marea.

Allí se registran fuertes mareas, que se dice que son las más importantes de Europa.