El papa Francisco negó que piense renunciar en un futuro cercano, ratificó su visita a Canadá el mes próximo y adelantó que espera poder viajar pronto a Moscú y a Kiev para ayudar a la paz en medio de la guerra desatada por la invasión rusa a Ucrania.

«Nunca estuvo en mi cabeza. Por el momento no, de verdad», respondió el pontífice al ser consultado, en una entrevista con la agencia de noticias Reuters difundida este lunes, sobre los rumores de una eventual renuncia durante el verano europeo.

En ese marco, repitió que algún día podría llegar a evaluar la dimisión si su salud empeora, pero que «no se sabe, Dios dirá» al respecto.

El pontífice argentino, de 85 años, fue operado en 2021 por una diverticulitis y este año se mostró en silla de ruedas por primera vez a partir de una dolencia en la rodilla derecha que lo obligó a suspender el viaje previsto a Sudán del Sur y República Democrática del Congo del 2 al 7 de julio.

«Estoy mejor, estoy mejorando de a poco», dijo el Papa, y reconoció que está siendo tratado con terapia láser y magnética.

Sobre la intervención del año pasado, la calificó como «un éxito» y negó las versiones sobre un supuesto cáncer, a las que consideró «chismes de palacio».

Francisco, que del 24 al 30 de julio viajará a Canadá acompañado por medios de prensa a bordo del avión papal, agregó además que estudia una visita a Rusia y Ucrania a su regreso del país norteamericano.

«Me gustaría ir, y quería ir primero a Moscú», planteó al ser consultado sobre una posible visita a Kiev.

«Intercambiamos mensajes sobre esto porque pensé si el presidente ruso me daba una pequeña ventana para servir a la causa de la paz. Y ahora es posible, después de que regrese de Canadá, es posible que logre ir a Ucrania», dijo.

En ese contexto, sostuvo que «lo primero es ir a Rusia para intentar ayudar de alguna manera, pero me gustaría ir a las dos capitales».