El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, compartió reflexiones al celebrarse la Fiesta de Todos los Santos. “La Iglesia es el pueblo de Dios en marcha hacia la casa del Padre, hacia la eternidad. Somos un pueblo que camina, y como dice el canto, juntos caminando queremos alcanzar una ciudad que no se acaba, ciudad de eternidad”, señaló el arzobispo.

“Ya hay muchos hermanos y hermanas nuestras que han alcanzado esa ciudad de eternidad, que ya están contemplando la gloria de Dios y viviendo esa plena comunión con el Padre, Hijo y Espíritu Santo, con la Virgen, con los santos, que son justamente ellos los que ya han transitado las huellas de este mundo, han sido dóciles a la gracia del Evangelio y hoy gozan del triunfo de Cristo”.

Los santos, añadió Martín, “han transitado las huellas de este mundo, han sido dóciles a la gracia del Evangelio y hoy gozan del triunfo de Cristo, por eso hoy la Iglesia celebra el día de todos los santos, aquellos que no sabemos sus nombres”.

“Sabemos por el Magisterio de la Iglesia y por las canonizaciones, donde se juega la infalibilidad del Papa, que hay determinadas personas que están en el Cielo. Son los santos nombrados por la Iglesia o canonizados, pero hay una multitud imposible de contar, formada por hombres y mujeres de toda raza, lengua, pueblo y nación”, explicó.

“Hoy toda esta Iglesia que peregrina, los que estamos caminando, los que estamos en el combate de cada día, en la lucha por la santidad, miramos a la Iglesia del Cielo, a esa Iglesia que podemos llamar también triunfante, a esa Iglesia que ya ha vencido, para que nos ayuden los santos en este combate que nosotros estamos viviendo aquí en la Tierra, para que venza el amor de Dios, el amor de Cristo en nuestros corazones”, afirmó.

“Por eso los invito a que hoy celebremos con toda la Iglesia esta solemnidad de Todos los Santos, nos acojamos a su intercesión y despierten en nosotros también fuertemente el anhelo de ser santos”, animó.