Uno de los sacerdotes que estuvo a cargo de la conmemoración de San Cayetano en Buenos Aires, José María Casadevall, advirtió sobre el empeoramiento de la situación social, al afirmar que. «Me piden velas. Me dicen me cortaron la luz y no la pueden pagar. Tengo 36 años de cura y lo que vi en los últimos meses no lo había visto nunca».

Sin embargo, Casadevall llamó la atención por la creciente afluencia de católicos. «Estamos bastante sorprendidos porque la gente comenzó a llegar desde el fin de semana. Algunos vinieron el sábado y el domingo porque no podían venir. Son muchos más que el año pasado, seguro», indicó en diálogo con el periodista Luis Novaresio, por radio La Red.

«No aflojó en toda la noche. Es admirable porque hay gente que tiene compromisos o tiene que trabajar. Hasta las 3 de la mañana no aflojó y ahora volvieron a las 6″, agregó.

Consultado sobre cómo influye el contexto electoral en la convocatoria, en alusión a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo domingo, el religioso indicó que en calidad de religiosos «tratan de volar por arriba de las elecciones», aunque admitió que «no se puede negar la situación social y no hablar de política».

«Vienen quejándose de que han perdido el 50% del valor adquisitivo en los últimos dos años, o por qué hay empresas que ganan tanto y no pueden pagar», describió el presbítero.

Casadevall admitió que «es algo común que pidan plata para la tarjeta SUBE. Nosotros dábamos cien cenas hasta el año pasado. Actualmente estamos dando 180; casi se duplicó la cantidad de gente que viene a cenar al Santuario. Estos números son matemática. No hablemos de política, hablemos de los números».