La selección de Bélgica, aunque pese a sus aspiraciones de llegar más lejos, escribió la página más dorada de su historia al alcanzar el tercer puesto del Mundial de Rusia, venciendo a Inglaterra por 2-0 con goles de Thomas Meunier y Eden Hazard.

En este sentido, el conjunto dirigido por el español Roberto Martínez obtuvo un merecido triunfo en San Petersburgo, luego de quedarse en las puertas de la gloria al caer derrotado contra Francia en semifinales.

El partido fue parejo, tuvo buena dinámica y ritmo, pero Bélgica supo desplegar su poderío ofensivo y amenazó en cada contragolpe, mientras que Inglaterra no pudo hacer valer su buen trato de la pelota parada y juego aéreo.

Así, los belgas golpearon sobre el principio y el final del partido en dos jugadas a gran velocidad. Meunier convirtió el primero a los 4 minutos de juego, mientras que Hazard –probablemente el mejor jugador del Mundial- la clavó sobre el cierre.

De esta manera, los Diablos Rojos consiguieron el aliciente de alcanzar la mejor clasificación de su historia, ya que en México ’86 había quedado eliminado en semis contra la Argentina de Bilardo y Maradona que luego se consagraría campeona.

En tanto que la decepción inglesa es mucha, porque lejos quedó aquel campeonato de ’66 y esta vez estaban ilusionados con llegar más lejos, contando entre sus filas con el vigente goleador del certamen mundialista, el delantero Harry Kane.