El primer ministro británico, David Cameron, intentó hoy recrear la famosa portada del disco de los Beatles Abbey Road, cruzando la mítica calle junto a la diputada laborista Tessa Jowell, como parte de una campaña a favor de mantener al Reino Unido dentro de la Unión Europea (UE).

«La peor de todas las portadas», consideró el diario británico Dayli Mail a las fotos realizadas por el premier antes de ingresar a los estudios Abbey Road, donde los Beatles grabaron, entre otras, su famosa canción «Come Together».

La foto busca resaltar el apoyo que más de 250 personalidades de la cultura y el espectáculo han dado a la campana del líder conservador para impedir el «brexit» (abreviatura de British exit, salida británica de la UE)

Los artistas, actores y músicos que apoyan la permanencia de Londres en el bloque europeo firmaron una nota en la que señalan que salir de la UE haría a una nación «menos imaginativa» debido a que, tal como indicó Cameron, el sector de las industrias creativas aporta 84.000 millones de libras a la economía británica.

Entre quienes firmaron la nota se encuentran los actores Keira Knightley, Jude Law, Kristin Scott Thomas, Dominic West y Jimy McNulty; el director de cine Danny Boyle y la cantante Paloma Faith; aunque son apenas algunos de los nombres que integran la extensa lista.

Pero el pedido de los artistas no logró conmover a uno de los principales defensores del brexit, el líder del ultraderechista UKIP, Nigel Farage, quien no se sorprendió de que un grupo de «luvvies (sensibles, especiales), ricos que viven en casas de 5 millones de libras en Notting Hill» quieran mantenerse en la UE.

La permanencia del Reino Unido dentro del bloque europeo se decidirá el 23 de junio próximo en un referéndum convocado por el primer ministro en febrero pasado, luego de renegociar con sus socios europeos el estatus británico dentro de la comunidad.

Dicho acuerdo permitirá a Londres limitar las ayudas públicas a los trabajadores comunitarios en el Reino Unido durante un período de cuatro años y también excluye al país de cualquier medida destinada a forjar una mayor integración política con Europa.

El ministro de Economía británico, George Osborne, lo había definido como «lo mejor de los dos mundos».

«Tenemos los beneficios del libre comercio sin las cargas de estar en la eurozona. Tenemos los beneficios de la libertad de movimientos y viaje, y al mismo tiempo hemos lidiado con la cultura del subsidio que quiere lograr algo a cambio de nada», sostuvo Osborne tras sellar el acuerdo.