El 4 de septiembre de 2015 , alrededor de las 8, el entonces gerente financiero de la empresa MC Catering, Diego Raúl Sarjanovic, salió de su casa hacia su trabajo. Tenía una agitada y compleja rutina comercial y ese día no era la excepción. Sin embargo, no pudo cumplirla. Horas después eran varias las personas que hacían sonar su teléfono sin respuesta. Tres días después fue hallado muerto, en un departamento de Moreno al 500, con 64 puñaladas. Por ese crimen, este miércoles llegaron al banquillo de los acusados Virginia Carolina Seguer, de 40 años, y su madre, Alicia Fernández, de 60. El fiscal Miguel Moreno intentará convencer al tribunal de que ambas merecen prisión perpetua por ser coautoras del homicidio agravado por ensañamiento y codicia.

El tribunal pluripersonal conformado por Gustavo Pérez Urrechu, Delia Paleari e Irma Bilotta, asistió a una cinematográfica primera jornada de un juicio que verá desfilar a más de 60 testigos.

En su alegato de apertura, Moreno declamó que Seguer y Fernández fueron gobernadas por la codicia y se «endeudaron descomunalmente para lograr un objetivo y luego volvieron a hacerlo y el engañado fue Diego Sarjanovic». El fiscal enfatizó que fue engañado porque creyó que el dinero iba a ser devuelto y las entregas no fueron documentadas».  Moreno también alegó que las mujeres «pusieron excusas para no devolver el dinero, mintieron en retiradas oportunidades y sabían que no iban a cumplir, y pensaron que librándose del nexo que las unía a su acreedor se librarían de la deuda.  Y por eso, el 4 de septiembre de 2016 y con engaños «Seguer consiguió que el empresario fuera al departamento de calle Moreno al 500 y con intención homicida, agredió con arma blanca a Sarjanovic, que lo puso en una situación de agonía y luego su madre se ocupó de mantener para luego darle fin».

Por su parte, el representante de la querella Fausto Yrure coincidió con la Fiscalía y con las forma en que ocurrieron los hechos, la participación de las acusadas y el modo en que el fiscal los describió. Y recalcó que el delito es homicidio doblemente calificado por codicia y ensañamiento, por lo cual «esperan la sentencia condenatoria de las acusadas».

Las defensas

Por su parte, abogados defensores pusieron el eje en abordar el hecho «en cómo se generó y no por el final», y en presentar a Sarjanovic como un hombre al que la no devolución del dinero que le debían las mujeres lo llevó a un estado de violencia tal que no les quedó otra opción que la «legítima defensa».

El abogado de Virgina Seguer, Jorge García Cupe  señaló que «el fiscal y la querella intentan presentar el hecho como un simple préstamo que un hombre le hace a su amante para que realice un negocio, y no veo que se este imputando la premeditación del homicidio». Y se detuvo en los negocios de la víctima: «Sarjanovic no prestaba plata de él sino de la empresa de la cual era gerente financiero. Tenía una actividad financiera con otras personas, entonces la visión del conflicto es diferente».

Con este argumento, el defensor de Seguer pidió la absolución d e su defendida por haber actuado en legítima defensa y en el caso de Fernández, el abogado Nelson Flores alegó que «se la presenta como coautora pero no encontramos evidencias sobre su participación, no hay elementos para condenarla». Además señaló que siempre se le ocultó la relación entre ellos, por lo cual la madre solo «acompañó a la hija en un momento difícil». Y pidió el sobreseimiento de la mujer.

La versión de los testigos

Luego de los alegatos de las partes, desfilaron por la sala de audiencia los primeros testigos del caso. En su mayoría allegados a la víctima, entre los que se encontraban su esposa y un empleado de la empresa que era mano derecha de Sarjanovic.

En primer lugar declaró Víctor Jaimes quien actualmente reviste como comisario en la policía provincial donde cuenta con 24 años de servicio. El 4 de septiembre de 2015 se desempeñaba como comisario de la seccional 8ª. Luego fue el turno de la esposa de la víctima y más tarde el empleado asistente del gerente financiero fallecido.

Todos los testigos coincidieron en que Diego Sarjanovic mantenía una relación comercial con Virginia Carolina Seguer y que ella le debía dinero. Diego le llevaba la caja diaria del negocio a la mujer pero a la vez todos dijeron desconocer si existía un vínculo amoroso entre ellos. A excepción de la esposa de la víctima, todos sabían que existía una deuda de Seguer que Sarjanovic intentaba cobrar y la mujer evadía con mentiras y excusas, hasta inventó un robo para excusarse del pago. La deuda ascendía a un monto que estaba entre los 100 o 200 mil dólares.

Jaimes declaró que en septiembre del 2015 se desempeñaba como comisario en la seccional 8ª y fue convocado por un miembro de la empresa MC Catering porque no podían ubicar a Diego Sarjanovic desde las primeras horas de la mañana, también dijo que se inició la investigación de búsqueda de paradero como indica el protocolo y se dio intervención  a Fiscalía.

Luego fue el turno de la esposa de la víctima, Claudia M. la mujer visiblemente consternada contó que esa mañana Diego Sarjanovic llevó a los chicos a la escuela como todos los días y volvió a la casa a desayunar. A las 8 en punto salió rumbo al centro de la ciudad porque tenía que hacer un trámite “y nunca más lo volví a ver”. La mujer se preocupó porque con el correr de las horas su esposo no leía los mensajes ni respondía los llamados. “La actividad en el whatsapp se detuvo a las 9 am”, aseguró la mujer. También remarcó que era un muy buen padre, se ocupaba de los chicos y estaba siempre presente. La mujer señaló que jamás se ausentaba por largos lapsos de tiempo si avisar.

Más tarde dio su testimonio el empleado de la empresa MC Catering, asistente de Sajanovic, Lisandro P., que hace 10 años trabaja en la firma. El empleado relató en orden cronológico cómo sucedieron los hechos de aquel 4 de septiembre de 2015, pero se remontó unos meses atrás.

Todo comenzó en mayo o junio cuando Diego Sarjanovic comenzó a llevarle la caja diaria a un negocio de Carolina Seguer y le comentó a su empleado que los números no daban. Ella iba a vender una casa para pagarle la deuda y con ese dinero Sarjanovic pagaría deudas que tenía con amigos y mutuales. Ese dinero nunca llegó porque Seguer dijo que se lo habían robado, ese día se presentó en la empresa pero no hizo la denuncia. Según el testigo la mujer incumplió varias promesas de pago y Sarjanovic ya estaba en una situación financiera complicada.

La última comunicación que la víctima tuvo con su asistente fue a las 9.30 de la mañana, le dio algunas directivas de trabajo y le dijo que lo volvería a llamar, pero eso nunca ocurrió.

Todos en la empresa comenzaron a preocuparse por la ausencia de Diego Sarjanovic, los llamados entre los socios, algunos empleados y la esposa comenzaron a multiplicarse con el correr de las horas. También llamaron a Virginia Seguer quien respondió que no sabía nada de Sarjanovic y especuló con que se había ido a algún lugar.

Nadie le creyó. La convocaron a un bar para tratar de desentrañar que le había pasado al gerente que no aparecía. Allí llegaron el comisario Jaimes, Matías C., Lisandro P. que fue con su cuñado que es abogado y se encontraron con Seguer, ya eran las cuatro de la tarde. De allí hicieron la denuncia de búsqueda de paradero y dieron aviso a la fiscalía.

La  audiencia de hoy dejó en claro que existía una deuda que Seguer mantenía con Sarjanovic y que a la vez él debía ese dinero a amigos y mutuales lo cual lo sumergían en una situación económica apremiante. También quedó claro que el nivel de vida de la familia Sarjanovic, incluidos esposa y dos hijos adolescentes, no se condecía con el nivel de ingresos, él tenía ingresos por 20 mil pesos según su esposa y ella también trabaja. La familia tenía tres autos, eran socios del Jockey Club y los hijos asistían a una escuela privada.

Los pormenores del caso se conocerán en las próximas audiencias donde desfilarán alrededor de sesenta testigos.