Un yaguareté que era monitoreado a través de GPS por investigadores del Conicet y naturalistas de la Fundación Vida Silvestre en el área protegida fue asesinado por cazadores furtivos. El animal se encontraba en el Parque Provincial Urugua-í, en Misiones

Guacurarí (como se lo conocía) era un yaguareté, que junto con un venado, ambos misioneros, fueron trasladados a la nueva reserva correntina del Iverá, bajo el cuidado de los guardaparques que trabajan en este humedal donde viven centenares de animales.

El yaguareté es un carnívoro félido, único de las cuatro especies actuales de este género que se encuentra en América. Su distribución actual en la Argentina abarca a las regiones Noroeste y Noreste. Habita especialmente sectores boscosos, húmedos. Es solitario, posee notable fuerza en sus colmilllos y ataca a su presa directamente a la cabeza. Le gusta mucho nadar y frecuentemente lo hace cerca de los saltos que se despeñan en el río Iguazú.

Se estima que su número en el país no supera los 200, por lo que la matanza que acostumbran a realizar cazadores clandestinos, muchos de los cuales ingresan desde países limítrofes para llevarse sus pieles, amenaza fuertemente su supervivencia. Ahora el turno fue para Guacurarí, especialmente cuidado por expertos en biología animal.