La empresa Itec, proveedora de Peugeot, comunicó oficialmente a sus empleados que no hay fondos para las indemnizaciones. Un total de 359 trabajadores se quedaron en la calle. El motivo: la apertura indiscriminada de las importaciones la destruyó.

Fue un final anunciado. Tras resistir más de un año manteniendo al personal con suspensiones, pero pagando sueldos, finalmente la compañía autopartista Itec anunció el cierre definitivo de su planta en Santa Lucía, ya que Peugeot que era su único cliente.

Así lo informó el gerente Rodolfo Barrios. La decisión se da luego que la empresa automotriz internacional decidió no continuar comprando los insumos.

La firma, que trabajó durante 31 años en la provincia en manos de diferentes dueños, dejó a 359 empleados en la calle y sin cobrar indemnización, inmersa en un proceso de convocatoria que desembocará en una quiebra, apenas se levante la feria judicial en febrero.

«La empresa hoy no tiene los medios para afrontar indemnizaciones», dijo Barrios, el representante de Itec al confirmar el cierre. Responsabilizó a Peugeot de «la negativa a continuar con el plan de reabrir en febrero» y de embargar las cuentas de la autopartista, lo que le impide disponer de fondos para los empleados. Una vez que Peugeot comunique la decisión en el Juzgado Comercial cuando finalice la feria judicial, se declara la quiebra.