Un hombre fue condenado a nueve años de prisión por haber asesinado de un baldosazo en la cabeza y once puñaladas en el barrio porteño de Parque Avellaneda a un joven de rasgos orientales que, a tres años del crimen, aún no pudo ser identificado y su cadáver permanece en la morgue judicial.

Fuentes judiciales informaron que el fallo fue dado a conocer ayer por el Tribunal Oral en lo Criminal 8 (TOC) porteño y el condenado por el delito de «homicidio simple», con pena prevista de 8 a 25 años de prisión, es Leandro Federico Schvap (26).

El imputado salió beneficiado tras el debate oral ya que había llegado a juicio, a pedido del fiscal de instrucción Martín López Perrando, acusado del delito de «homicidio calificado por alevosía», cuya única pena es la de prisión perpetua.

Pero durante el juicio, la fiscal general Diana Goral formuló el cambio de calificación a homicidio simple, pidió la pena de 18 años de prisión y el tribunal lo condenó sólo a la mitad.

La defensa, a cargo de los abogados David Hamwee y María Gabriela Van Marrewijk, había pedido la absolución, pero no logró convencer al tribunal de la inocencia de su cliente.

Los videos de las cámara de seguridad fueron clave durante la investigación y la principal evidencia en el juicio oral para que los jueces Alejandro Sañudo, Ricardo Basílico y Fernando Larrain dieran por acreditado que fue Schvap el autor del crimen del NN.

Según el requerimiento de elevación a juicio, y lo que se ventiló en el debate, el hecho ocurrió el 1 de septiembre de 2013 alrededor de las 9 y se inició frente a la casa del imputado, en Mozart 1123 del barrio porteño de Parque Avellaneda.

Frente a ese domicilio Schvap, quien trabajaba como empleado en un supermercado, había dejado estacionada su moto, una Yamaha modelo YBR 125 que de acuerdo a la investigación pudo haber sido el móvil del asesinato.

La víctima del crimen, un joven de entre 18 y 22 años de rasgos orientales que nunca pudo ser identificado, apareció en la cuadra y aparentemente quiso apoderarse de la moto.

Cuando a Schvap le avisaron lo que sucedía, salió a la calle y comenzó a insultar e increpar al sospechoso a quien, según testigos, le dijo: «Ratero de mierda te voy a hacer boleta, me querés ratear la moto».

Según lo que pudo acreditar la fiscalía en el juicio, allí Schvap se subió a su moto e inició una persecución de duró unos 20 minutos hasta que a unas 20 cuadras de donde se había iniciado el incidente, en el pasaje Roberto J. Payró y Eva Perón, el ahora condenado alcanzó a la víctima.

Según los videos de dos cámaras que grabaron la secuencia completa del asesinato -y que fueron exhibidos en el juicio-, Schvap bajó de su moto, corrió al joven oriental hasta que éste se cayó en la vereda y en ese momento el imputado tomó una baldosa suelta y con ella lo golpeó en la cabeza.

Luego se ve como Schvap tomó una cuchilla que llevaba escondida en una de las mangas de su campera y le aplicó a la víctima un total de 11 puñaladas, algunas de las cuales le atravesaron un pulmón y hasta el corazón.

El joven NN escapó malherido por avenida Eva Perón, ingresó a una panadería de la cuadra y allí se desvaneció y murió por las gravísimas lesiones que presentaba.

Los detectives de la División Homicidios de la Policía Federal identificaron, con los videos y el relato de testigos, a Schvap como el asesino que se ve en los videos.

El ahora condenado, al momento del hecho se fugó de su casa y permaneció prófugo varios meses hasta que gracias a escuchas telefónicas realizadas a su entorno, se lo ubicó y detuvo en la provincia de Río negro.

Voceros judiciales indicaron que el cadáver de la víctima de este crimen continuaba en una de las heladeras de la morgue judicial a la espera de que alguien lo identifique.

Una de las hipótesis de los investigadores es que el NN sea un indocumentado que trabajaba como ilegal en algún supermercado o taller textil de la zona donde hace tres años fue asesinado y por eso nadie lo reclamó nunca.