Por Belén Corvalán 

Trabajo y pasión. Pareciese que una palabra nada tiene que ver con la otra, que van por caminos separados, independientes entre sí, pero ¿qué es lo que sucede cuando se unen y la actividad laboral deja de remitir únicamente a una obligación de tener que cumplir horas diarias y se hace por placer? Andrés Odone es uno de los pocos privilegiados que logró encontrar la conjunción de estas dos cosas. A partir de su propio emprendimiento lanzado en el año 2013 («Andycampers»), hoy en día presenta una gran demanda en creación de los teadrops o trailers por ser el único en Rosario que ofrece este producto en el mercado, y uno de los pocos a nivel nacional.

Repisas llenas de cajas con herramientas por todos lados se asoman de estas como si quisieran escapar, mesas llenas de papeles, dibujos y planos que denotan que alguien estuvo trabajando ahí hace no mucho tiempo, pero es de esos espacios donde si bien hay cierto desorden, cada cosa está en su lugar. Es el taller que todos los días recibe a Andrés para que ponga en marcha su actividad creativa. Una vocación por la construcción y el diseño que encontró allá por 2012, y que se convirtió hoy en día en su fuente de ingreso.

Si bien reconoce que siempre estuvo latente entre sus deseos, no encontraba aquello que lo terminara de satisfacer y fue en el momento menos esperado cuando gracias a una compañera de facultad se cruzó con la foto de un mini rodante de Estados Unidos, que se convirtió en el principio de su gran proyecto: “A partir de la foto que vi, quería hacerlo,  quería lograr eso mismo”.

Lo describe como el resultado de un montón de cosas que tenía dando vueltas en la cabeza, “fue el resultado de muchas cosas, las herramientas que me brindó cursar cinco años de Arquitectura, el gusto por la construcción, y la pasión por viajar, se unieron todos los cabos”, expresó en charla con Conclusión en su taller. Y agregó: “Llegó en el momento justo, en el que yo estaba preparado para que aparezca. Tenía los conocimientos, y la pasión, que es el motor que mueve todo esto, para poder desarrollarlo”.

A partir de ahí, ocho meses le llevó la planificación, los dibujos y la realización de los planos, otros ocho meses de construcción, y un mes para venderlo “a partir del entusiasmo que comencé a recibir empecé a ver que había un interés, y me dije quiero vivir de esto que me gusta”.

El mini rodante o también denominado “teadrop”, por remitir a la forma de una gota, en el interior comprende un colchón de dos plazas, un placard, y en la parte trasera un compartimento donde está la cocina. Estos trailers son de mucha utilidad para los amantes de los viajes y los campings, sin embargo, si bien el formato ya existe, Odone explicó que la mayoría de quienes los construyen le dan más importancia a la funcionalidad: “Se deja de lado el diseño y las proporciones, y es justo ahí donde está la belleza; lo que lo hace único a los Andycampers es el diseño, y el formato, que es de gran practicidad, es mini y puede ser trasladado con cualquier vehículo”. Y agregó: “Es una manera de ir a acampar con estilo, y con mayor comodidad». Sin embargo, asume que aún falta que el formato se conozca más, pero que de a poco se va logrando: “En el mercado norteamericano es algo que ya está impuesto, acá todavía falta”.

La  jornada de trabajo comienza a las 8, que se asemeja a un ritual de todos los días. “Yo pongo música, y trabajo, lo disfruto”, cuenta. Trabaja entre diez y doce horas diarias, pero cuando el disfrute es tal, el tiempo pasa a un segundo plano: “Termino cansado pero es muy satisfactorio ir desarrollándolo, diseñando cada pieza”.

Como expectativa futura espera crecer más, “ya que me gustaría poder industrializarlo a una producción en serie, sin perder la idea de artesanal, es decir, que siga teniendo ese aspecto de único”, y como buen emprendedor ya tiene en la mira un nuevo proyecto: “La idea sería desarrollar un modelo más grande, versátil, en el que cada cliente pueda armar el interior a su gusto”. Y agregó: “Todo el tiempo voy diseñando y mejorando, es un ida y vuelta, lo hago por placer, obvio que también está la veta económica, pero el día que lo haga sólo por el dinero, creo que me voy a frustrar, lo voy a dejar, y voy a hacer otra cosa”.