Por Nabih Yussef*

En el marco del programa “Juntos” desarrollado por el Estado japonés y vehiculizado por el Centro de Cooperación Internacional de Japón, se conformó una delegación de argentinos que visitaron el país oriental. En la misma, la delegación participó de actividades con los principales empresarios japoneses, funcionarios públicos y académicos del lugar.

La delegación argentina estuvo conformada por la investigadora del Consejo de Estudios Interdisciplinarios Económicos y Políticos, Lic. en Relaciones Internacionales Agustina Lovera; el Secretario del Senado de la Nación, el politólogo Vicente Teruggi; la Directora de Relaciones Internacionales de la Secretaría de Comercio, Lic. Beatriz de Morra; la Lic. Soledad Mayansky del Consejo Argentino de Relaciones Internacionales, la Dra. Florencia Incaurgarat y el Lic. Tomás Redrado hijo del influyente economista Martín Redrado.

La misión recorrió las ciudades de Tokio, Hiroshima, NaraOsaka. Para Agustina Lovera, especialista en estudios asiáticos, “la visita a Japón superó todas mis expectativas. Japón tiene mucho interés en fortalecer su relación con América Latina y ese interés se puede ver con la apertura de las oficinas de Jetro[1] en Buenos Aires.”

Recientemente la Organización de Comercio Exterior de Japón (Jetro, por sus siglas en inglés) reabrió sus oficinas en Argentina, interesada en aumentar el flujo comercial y la oportunidad de negocios e inversiones. Argentina viene experimentando una caída en la participación comercial con Japón, ocupando según la ONU, el puesto 55 en la nómina de países que intercambian productos con el país del sol naciente. Las inversiones, por otro lado, tan solo representan menos de $90 millones de dólares anuales, ante un país que representa uno de los mayores números de inversión en el sudeste asiático.

Para la investigadora rosarina, existe mucho potencial en Argentina en general, y la provincia de Santa Fe en particular, para atraer inversiones japonesas, como también, articular a éstas en la elaboración de productos alimenticios con valor agregado para el mercado nipón. “Argentina y Santa Fe, están en condiciones de participar en el mercado japonés. En una charla brindada por Takahiro Shidaradirector de Jetro, se brindaron una serie de pautas para poder incrementar los flujos comerciales, atendiendo a los requisitos fitosanitarios, el packaging, niveles máximos de productos químicos y contaminantes y aditivos prohibidos. Santa Fe está en condiciones de obtener la certificación de JAS” en alusión a la Japanese agricultural standards. Para la joven investigadora, Santa Fe tiene potencial para dotar de valor agregado a las exportaciones de soja y convertirlas en productos terminados para el consumo. “La cultura alimenticia japonesa tiene un gran porcentaje de productos derivados de la soja”. La única barrera: la logística internacional para su transporte.

Vicente Teruggi coincide con Lovera, para el joven platense “hay un giño para Argentina”, y explica “hay muchas oportunidades para potenciar el cordón frutihortícola de La Plata y acercar a las pymes locales, sobre todo para agregar valor en productos disecados.”

En el plano de las inversiones, el funcionario parlamentario comenta que en la visita de la delegación a empresarios productores de sake,[2]“el presidente de la compañía confesó el interés por venir a Corrientes y conocer la zona, para analizar la explotación de la bebida.”

Soledad Mayansky es licenciada en estudios orientales y docente de historia de la cultura de Japón en ciudad de Buenos Aires, “te imaginas la emoción que tenía, yo había estado en China hace dos años y ahora ¡conocer Japón!” Soledad analiza en detalle el costado cultural de la visita. “Hay una visión del mundo endogámica, quizá producto de que Japón es un archipiélago y porque su idioma es hablado únicamente en ese país. Esto impacta en una visión oficial de la historia que es tomada de manera tajante y que es incluso promovida por su gobierno.” Lovera amplía “la posición de la mujer es otro tema culturalmente difícil de tratar, si bien hay avances cuando ves a una líder de la oposición mujer como Renho Murata, sigue siendo dificil extirpar de Japón su mirada patriarcal, sobre todo en la gente más grande”.

Pero no todo es cultura, inversión y comercio en Japón. La región del este asiático viene experimentando una escalada de tensiones políticas a raíz de las pruebas misilísticas de Corea del Norte y las disputas territoriales por islas e islotes que representan puntos de disputa entre los gobiernos. Lovera hace un racconto de la compleja trama de disputas “La relación con China por las islas Senkaku; el diferendo con Rusia por las islas Kuriles; las tensiones por las islas Paracelso y Spratly, sumado al gobierno norcoreano, forman un cóctel peligroso para la estabilidad y paz internacionales”, y agrega “incluso se suma al conflicto la desaparición de ciudadanos japoneses en Corea del Norte, algo de lo que poco se habla”.

Para su par, Mayansky, “el gobierno japonés está decidido a modificar su constitución y buscan apoyos de la comunidad internacional para hacerlo. Cuando Trump amenazó con retirar apoyos militares en la región, sobrevino el tema de las fuerzas de autodefensas”. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Japón carece de un ejército ofensivo. Tras las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki (1945), Estados Unidos impuso límites constitucionales al potencial bélico nipón. Para Washington se debía neutralizar al gigante japonés ante el peligro de que insistiera en su vocación imperial. Sin embargo los tiempos cambiaron, hoy Japón es aliado de Estados Unidos y las tensiones con Corea del Norte reavivaron el debate sobre las Fuerzas Armadas del archipiélago. No obstante, para cambiar la constitución tienen que existir consensos internacionales, y particularmente el beneplácito de Trump.

El interés de Japón en América Latina es estratégico, tanto en lo económico-comercial como en la búsqueda de apoyos internacionales para destrabar las barreras a su potencial armamentístico. Aunque para Lovera falta camino por recorrer, “Japón perdió terreno en la región frente a Corea del Sur y principalmente China, y ahora parece dispuesto a recobrar influencia. La visita a la Argentina del Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, se da después de 59 años”, sentencia.

La delegación argentina se entrevistó en varias oportunidades con Jetro, la Cancillería japonesa, el Parlamento, y sus institutos de cooperación económica y relaciones internacionales. Lovera alienta a los investigadores rosarinos y rosarinas a interiorizarse sobre las oportunidades para generar vínculos “hay una gran variedad de oportunidades para todos los gustos y colores” (ríe).

*Analista internacional, subdirector de www.CEIEP.org

[1]Japan External Trade Organization.

[2]Conocida en Japón como “nihonshu”, y “sake” en occidente; la popular bebida alcohólica japonesa se prepara con una infusión a base de arroz. Actualmente su consumo se extiende por todo el mundo, catapultada en parte por la cocina japonesa.