Hay una serie de argumentos a favor de la existencia de Dios, que no son argumentos filosóficos. O basados en el Diseño sino en la evidencia física, histórica. Y a eso apuntamos en este artículo. Si el materialismo ateo es cierto, entonces el mundo natural debe ser un sistema cerrado. Su teoría se cae cuando aparece un solo caso, sólo uno, cuya existencia excede las explicaciones naturales. Basta un solo hecho que no se pueda explicar por causas naturales, para demostrar que existe algo que está por fuera del mundo material. Que está por encima, o sea que es sobrenatural.

El materialismo exige que todo debe ser explicado dentro de ese sistema cerrado.

No hay lugar para los ángeles o extraterrestres, demonios o diablos, duendes o dioses.

Si el materialismo ateo es correcto, no puede haber fuerzas exteriores inteligentes superiores al mundo natural.

Que podrían interferir o interactuar con el mundo natural.

Pero resulta que hay misterios que exceden el mundo material. Uno de esos misterios es la Sábana Santa.

UNA FUERZA QUE ALTERA EL ORDEN NATURAL

Sin embargo, si hay evidencia física, histórica de milagros, entonces hay una fuerza fuera de la naturaleza.

Probablemente más grande que la naturaleza.

Y si el milagro en cuestión es comprensible, razonable y encaja con el resto de lo que sabemos sobre la historia, entonces hay una única conclusión.

Y es que la fuerza que interrumpe la naturaleza y altera el orden natural no es sólo de fuera del orden natural y superior a él.

Sino que también es una fuerza inteligente, razonable y determinada.

Ten en cuenta que sólo se necesita un milagro para probar esto.

Si el sistema es cerrado, no puede haber ningún milagro en absoluto que se le escape.

El sistema cerrado de la ciencia materialista se derrumba cuando aparece un milagro que no se puede explicar por su teoría.

¿Dónde, entonces podríamos encontrar un milagro, que sea histórico, documentado, con testigos de este milagro?

¿Y que además presente múltiples testigos cuyas historias encajan?

¿Existe evidencia documental histórica de otras fuentes que corroboran la fuente primaria?

¿Hay evidencia arqueológica?.

Y sobre todo ¿esta evidencia sólo puede explicarse por el milagro y de ninguna otra manera?

Hay mucho casos que no encajan en la explicación materialista, pero hay uno por excelencia.

El milagro que estamos pensando es la resurrección de Jesucristo, que por supuesto es el milagro que los gobierna a todos.

¿Y cuál es la evidencia empírica de que esto sucedió?

La prueba es la evidencia de la Sábana Santa de Turín.

Estamos mal acostumbrados a fundamentar lo sobrenatural por la fe, pero también lo podemos fundamentar por los hechos físicos inexplicables.

Es más, es la explicación predilecta y única de la Iglesia Católica cuando aprueba un milagro de un santo.

Cita a científicos y les pregunta si lo que sucedió se puede explicar por la ciencia materialista.

Yendo al tema que nos ocupa, este sitio web recopila la evidencia de los estudiosos de la sábana en todo el mundo.

Y cada vez que una persona está en diálogo con un ateo puede simplemente saltarse todos los argumentos filosóficos y simplemente señalar la Sábana Santa.

El reto para el ateo es, “Te reto a estudiar seriamente la sábana santa con una mente abierta de una manera objetiva”.

La mayoría de ellos se burlarán con un gesto de la mano y dirán: “el carbono 14 demostró que el sudario es una falsificación medieval hace mucho tiempo”.

El problema con este argumento es que la prueba del carbono 14 que él cita no es infalible y el carbono 14 está lejos de ser la única prueba que presenta el sudario.

sabana santa y cristo de jesus

 

10 EVIDENCIAS DE LA SÁBANA SANTA

Aquí hay algunas otras que la persona que dude de la autenticidad de la Sábana Santa debe responder:

1 – No existe tecnología para imprimir de esa manera la tela

La imagen no es una mancha. No está pintada sobre el sudario. No está quemada de una manera convencional.

En cambio, es una imagen chamuscada en el paño, cuya tecnología de producción aún no ha sido explicada.

No sólo no se puede reproducir la imagen utilizando tecnologías medievales, no se puede reproducircon la tecnología moderna.

2 – Las capacidades 3-D de la imagen

La imagen del hombre en la cubierta puede ser leída por la tecnología de imágenes 3-D.

Es una imagen en 3 dimensiones.

Las pinturas fallan en esta prueba.

3 – La imagen positiva-negativa

La imagen es un negativo fotográfico.

Esto significa que cuando se toma una fotografía tradicional lo que debería ser negativo aparece como una imagen positiva.

Si se trata de una pintura medieval ¿cómo hicieron eso y por qué?

4 – La precisión anatómica

No sólo es una imagen exacta de un hombre muerto.

Sino que la imagen se distorsiona para develar un cuerpo real.

Y el cuerpo se ‘esfuma’ en su interior en el interior de la tela.

sabana santa en positivo y negativo

 

5 – La exactitud histórica de la crucifixión

Las heridas son consistentes no sólo con la crucifixión romana, sino con los detalles de la especial crucifixión de Jesús, como la corona de espinas.

No hay huesos rotos por la flagelación.

Y hay una herida en el costado.

6 – La exactitud geográfica

El polen de la Sábana Santa no es sólo de la zona de Jerusalén, sino de Turquía y los otros lugares que se supone que el sudario habría residido.

Y el polvo de la zona que cubre las rodillas y los pies es de la zona de Jerusalén.

7 – La precisión con las costumbres funerarias judías

La mortaja muestra detalles perfectamente consistentes con las costumbres de enterramiento judío del primer siglo.

Incluso hay rastros microscópicos de las flores que se utilizaban en el entierro.

Flores que crecían a nivel local y se sabe que eran utilizadas para los entierros.

8 – Es sangre lo que esta impreso y llegó antes que la imagen

Los estudios muestran que la sangre llegó a la sábana primero.

La imagen sucedió después.

Si fue pintada, no existen pruebas de pintura en ningún lado.

9 – El tipo de tela coincide con el tiempo histórico y la región

La tela es consistente con los tejidos del primer siglo de Israel, pero no con los de la Europa medieval.

Un falsificador habría tenido que no sólo que forjar la imagen de alguna manera aún por descubrir, sino que habría tenido que poseer un conocimiento detallado de la ropa de los tejidos del siglo primero.

Y luego no sólo reproducirlos, sino envejecerlos de manera convincente.

10 – La antigüedad de la tela

La prueba del carbono 14 de 1987 ahora se cree que se ha tomado de una superficie de la tela que no fue simplemente parcheada en la Edad Media, sino que fue parcheada con un entrelazamiento difícil de detectar.

Y por lo tanto las pruebas de carbono 14 se vieron comprometidas.

La última tecnología y las pruebas sugieren una fecha para la sábana entre el 200 AC y 200 DC.

La única prueba de la sábana que no coincide es la prueba de carbono 14 de 1987.

Al considerar las pruebas y tener nueve items que encajan con los hechos conocidos y encajan entre sí, y tener una pieza de evidencia que no encaja, es de sentido común desconfiar de esta pieza de evidencia y rechazarla, o intentar ver por qué no se ajusta.

Esto es lo que la investigación de Fanti ha hecho y ha demostrado que las pruebas de 1987 eran defectuosas.

Si los ateos realmente quieren evidencia de la existencia de Dios, entonces deben buscar evidencia genuina de un milagro.

Y deben hacerlo de manera objetiva, con cuidado y con una mente abierta.

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LA IGLESIA ENTENDIÓ DESDE EL PRIMER MOMENTO EL SIGNIFICADO DE LA SÁBANA SANTA

La Iglesia comprendió la importancia de la sábana santa, o sea de la mortaja que cubrió a Jesús, como un signo imprescindible del plan divino.

Un teólogo alemán y amigo de Beneicto XVI a partir de los escritos de un obispo del siglo IX,parece haber hecho un descubrimiento histórico fascinante.

Revela cómo la Sábana Santa de Turín y el Sudario de Oviedo (y también el Velo de la Verónica) eran centrales en la liturgia romana en los tiempos carolingios; y muy probablemente antes.

El descubrimiento fue realizado por Klaus Berger de Heidelberg, un teólogo alemán, viejo amigo de Joseph Ratzinger y estudioso del Nuevo Testamento, que está llevando a cabo una investigación detallada sobre el Apocalipsis de San Juan.

Durante sus estudios, se encontró con uno de los grandes comentaristas del Apocalipsis, Amalario (775-850), un experto litúrgico de la época carolingia que fue obispo de Metz en Francia y arzobispo de Trier en Alemania

Y fue un gran liturgista de la época carolingia, a quien el Papa Sergio II lo hizo cardenal.

En aquellos tiempos mantel del altar se parecía a la cubierta y el sudario que encontraron los apóstoles Pedro y Juan en el santo sepulcro vacío la mañana de Pascua.

Pero tenemos una enorme brecha en los registros documentados de la mañana de Pascua en Jerusalén y el momento en que aparecieron por primera vez en público.

Sabemos que el Sudario apareció en 1208 en Roma en público, cuando el Papa Inocencio III lo puso en la vista del público.

Y la sábana apareció en 1355 por primera vez en Occidente en Lirey en la zona francesa de Champagne.

Pero podemos, sin embargo, estar seguros de que los dos paños siempre han sido parte de la “memoria de la liturgia”, a pesar de que su presencia física llegó más tarde.

Amalario puede haber sido testigo de verlos allí en Francia.

Y es importante tener en cuenta que su presencia en la liturgia no comenzó en la época carolingia, sino que se utilizó probablemente desde el principio.

Se almacenaron durante muchos años en el Este, pero siempre estuvieron ocultos.

Incluso en la Edad Media, en el primer milenio, solía haber una tradición en la liturgia romana que el paño en el altar tenía que ser de lino, y el altar tenía que ser de roca, entendida como un sepulcro.

A partir de esto podemos entender por qué la ropa de altar, análoga a la mortaja, hasta 1969, tenía que ser de “lino puro”.

Y por qué los llamados corporales siempre se deben plegar de una manera particular, por analogía con el sudario.

heridas del cuerpo de sabana santa

Berger sostiene que su propósito es señalar al misterio de la Eucaristía en el altar de piedra.

Allí, la materia inanimada del pan y del vino – como la tumba de Cristo en la roca en Jerusalén, que nunca había sido utilizada – siempre se transforma en el “pan de vida” y la sangre de Cristo viviente.

Después del Vaticano II tuvimos la discusión: ¿Es el altar algo relacionado con la comunión? ¿Es una mesa o se trata de un sacrificio?

Hasta ese momento era claramente un sacrificio.

El altar era entendido como un sepulcro, donde los elementos sin vida se convertían en algo vivo – de carne y hueso.

Así, la liturgia puede entenderse como el “disco duro interno” de la memoria sagrada de la Iglesia.

La cual nos sigue hablando de un documento físico que escapa a cualquier explicación materialista y encaja perfectamente con una explicación sobrenatural.