Un día después de que 51 personas fueran sentenciadas a dos años de cárcel por participar de una protesta hace dos semanas, un tribunal egipcio condenó hoy a cinco años de prisión a otros 101 ciudadanos por repudiar en las calles la entrega de dos estratégicas islas al aliado económico del gobierno, Arabia Saudita.

Los 152 condenados a prisión se concentraron el 25 de abril pasado en el centro de El Cairo, junto con otras miles de personas, para protestar contra esa decisión del gobierno de Abdel Fatah al Sisi, el general que encabezó el último golpe de Estado en 2013 y que un año después fue electo en las urnas, en unas elecciones marcadas por la falta de participación opositora, según la agencia de noticias DPA.

En total, 1.300 manifestantes fueron detenidos ese día, en el que también se celebraba el día nacional de la liberación del Sinaí, ocupado por Israel desde 1967 hasta 1982.

La cesión de las islas a la monarquía islamista y ultraconservadora de Riad ya había provocado una masiva protesta con decenas de miles de personas el 15 de abril, lo que marcó un hito en el país, en donde desde 2013, poco después del golpe de Estado, están prohibidas las protestas en espacios públicos sin autorización expresa del gobierno.

Además, Al Sisi y argumentó que las protestas «no eran legítimas» porque, según su visión, las islas de Tirán y Sanafir fueron siempre territorio saudita ocupado temporalmente por Egipto.

Sin embargo, la oposición y varios expertos opinan lo contrario.

En las protestas de abril fueron detenidos, entre otros, un reconocido defensor de derechos humanos, Malek Adly y el editor de un conocido portal de noticias opositor, Amr Badr.

El arresto de Badr y de un colega en una redada dentro del edificio del sindicato de periodistas provocó además una fuerte disputa entre el gobierno de Al Sisi, ese gremio y otros sindicatos profesionales, hasta ahora muy moderados.

Mientras tanto, los atentados islamistas suelen conmocionando al país árabe, especialmente la península del Sinaí, una zona desértica habitada por nómades, donde las tribus históricamente han tenido más control que el gobierno nacional en El Cairo.

Una bomba estalló hoy al lado de una patrulla de la Policía en el distrito de Al Masaid, en la ciudad de Al Arish, y mató a un recluta de la fuerza y dejó a un teniente primero herido, según informó un comunicado del Ministerio del Interior, citado por la agencia de noticias EFE.

Poco después la milicia extremista Estado Islámico (EI) reivindicó el ataque a través de la agencia de noticias Amaq, cercana al grupo.

Desde hace un año y medio gran parte de la península es considerada zona de exclusión militar por el gobierno, por lo cual rige un toque de queda y existe un acceso muy limitado para los medios de comunicación.

Poco se sabe lo que sucede allí, pero en los últimos tiempos el conflicto se expandió al resto del país. Los grupos armados islamistas comenzaron a lanzar ataques y colocar bombas en el resto del país, inclusive en las ciudades egipcias.