De acuerdo con un artículo publicado hoy en el diario La Nación, firmado por José María Costa, el ARA San Juan habría navegado cerca de las Islas Malvinas en cumplimiento de una de sus tareas, “la de monitorear a buques y aeronaves de las Islas Malvinas”, según reconoció el jefe de Gabinete en su último informe al Congreso Nacional, oportunidad en la cual entregó un informe confidencial de la Armada Argentina que demostraba que, efectivamente, la nave de la Marina argentina pudo haber estado a pocos kilómetros de las Islas.

Según Peña, tal como lo recuerda Costa en su nota de la fecha, la misión del San Juan «era la localización, identificación, registro fotográfico/fílmico de buques frigoríficos, logísticos, petroleros, buques de investigación de otras banderas, etc., que se encontraran realizando alijo con un buque pesquero», pero también la de “monitorear la actividad de buques y aeronaves que operan desde las Islas Malvinas”, hecho que la Armada y el Ministerio de Defensa negaron siempre.

La misión completa del ARA San Juan consta en la Orden de Operaciones (OP) COFS N° 04/17 «C», un informe de 8 páginas, de octubre de 2017, que contempla que el submarino estaba autorizado a operar en los alrededores de la isla Soledad, en Malvinas, cerca de Puerto Argentino.

A pesar del informe brindado por Peña la semana pasada, la Armada, según La nación, insiste en que la nave desaparecida siempre navegó fuera de la Zona de Exclusión de 200 millas, lejos de Malvinas y su única misión era el control de la actividad pesquera en la zona asignada.

En otra nota del portal infobae, en este caso firmada por Andrés Klipphan, se recuerda que de acuerdo con uno de los documentos que figuran en la causa de la desaparición del submarino, se deja constancia de que entre el 9 y el 10 de julio pasado la nave argentina habría consignado la presencia de un submarino nuclear, presumiblemente de origen británico, y deja constancia que dicha actividad está contemplada en el Acuerdo de Madrid, firmado entre la Argentina y Gran Bretaña, acuerdo que dio por finalizado el conflicto bélico de 1982 entre ambas naciones y que determinó el llamado a elecciones al año siguiente (1983) y la consecuente caída de la última dictadura cívico militar.

Lo cierto es que las dos notas y el propio informe del jefe de Gabinete en el Congreso Nacional alimentan la posibilidad de que haya habido un incidente externo que hubiera provocado el hundimiento del submarino el 15 de noviembre pasado con sus 44 tripulante a bordo.

Cabe recordar que este mismo diario, el 11 de enero pasado había reproducido la información difundida por el diario Le Monde, que en base a documentos de la Inteligencia Naval de los Estado Unidos reveló que el submarino argentino desaparecido el 15 de noviembre había sufrido «una implosión» a 400 metros de profundidad que liberó una energía equivalente a seis toneladas de TNT y, en cuestión de 40 milisegundos, destruyó la nave de tal modo que sus 44 tripulantes tuvieron una “muerte instantánea”. “No se ahogaron ni experimentaron dolor”, aseguraba el informe citado por el diario francés. . Aunque la tripulación pudo haber sabido que el colapso era inminente, nunca supo qué estaba ocurriendo», sostenía el informe.

Fuente: Página/12