«Nuestra imagen de que los bancos alemanes, y la economía alemana, son tan sólidos como rocas, es tan fuerte que se necesita mucho para persuadirnos de que podrían estar en problemas», señala el Daily Telegraph de Gran Bretaña.

«Y sin embargo –agrega- cada vez se vuelve más difícil ignorar el carro que se está estrellando en cámara lenta, que es el Deutsche Bank, o evitar llegar a la conclusión de que hay algo muy turbio que se está gestando en lo que era anteriormente la institución financiera más fuerte de Europa.

“Sus acciones –sostiene el diario inglés– se han desplomado en caída libre en un año, llegando hace pocos días a una nueva baja histórica de 10,7 euros, comparado con los 27 euros de hace un año. Finalmente, Angela Merkel revolvió el problema cuando informó que el gobierno no iba a rescatar al banco”, explica el Daily.

¿Arrastrará a Merkel?

«Pero esperen. Están seguros de que esa es una decisión extraordinaria?, se preguntaba el periódico, y agregaba: “Si el gobierno alemán no respalda al banco, entonces inevitablemente todas sus contrapartes —todos los demás bancos e instituciones con los que tiene negocios— se van a poner muy nerviosos de hacer negocios con el mismo. Como sabemos por lo que sucedió en el 2008, si el Deutsche se hunde, cada vez se ve que es más probable que arrastre a Merkel consigo, y muy posiblemente también al euro».

El Telegraph, que repasa con mayor detalle cómo el banco alemán se ha venido hundiendo más rápidamente desde principios de año y todavía sigue hundiéndose, destaca que «se siente claramente como en el 2008» y advierte que Merkel, junto con su ministro de Finanzas, Wolfgang Schauble, “están jugando un juego peligroso, que fácilmente puede salir mal por completo, y ahí va su cancillería. Y, naturalmente, el no rescatar al Deutsche Bank va a enviar olas de choque por toda Europa”, dice finalmente el diario británico.

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