A pocos días de asumir su cargo, el flamante director ejecutivo del Instituo Nacional de Teatro (INT), el actor y director teatral, oriundo de Rafaela, Marcelo Allasino, estará en la ciudad esta tarde,  con el objeto de fomentar el debate y el consenso, y de poner en primer plano el análisis de las problemáticas de la comunidad teatral de todo el país.

Acompañado por Federico Irazábal, docente, crítico e investigador, y recién nombrado representante del Ministerio de Cultura de la Nación ante el INT, ambos funcionarios se darán cita a las 18 en la sala teatral Espacio Bravo (Santiago 150), en el marco de una serie de encuentros que llevarán adelante en distintas provincias del país para generar contactos con miembros de las comunidades teatreras de cada región, y llevar luz sobre la nueva etapa que se inicia.

La idea es, también, divulgar el plan de gestión y las nuevas dinámicas de trabajo que se llevarán adelante dentro del organismo, y conocer más en profundidad las diversas problemáticas que atraviesan a los trabajadores de la escena teatral argentina. Con ese plan, ambos funcionarios comenzarán a recorrer el país.

«Encontré un gran apoyo de toda la comunidad teatral argentina. Ese respaldo de referentes artísticos me entusiasma y reconfirma que la decisión de aceptar el desafío fue certera», manifestó en declaraciones a la prensa recientemente nombrado director ejecutivo, quien, antes de ocupar el cargo actual, se desempeñó como secretario de Cultura de Rafaela, y fue el creador, además, de la Escuela de Artes Escénicas de Rafaela y del Festival que lleva ese mismo nombre.

“Hay una deuda histórica de parte de la dirección ejecutiva del INT con la comunidad teatral del país, que tiene que ver con acercase realmente a los teatristas, a los hacedores y también a los que piensan el teatro, a los críticos, para poder tener, desde un diálogo abierto y franco, una percepción real acerca de lo que está pasando con el teatro en cada una de nuestras provincias y regiones. Y es nuestro afán poder hacer un diagnóstico profundo para planificar, a mediano y largo plazo, mediando un diálogo con la gente del teatro”, manifestó el funcionario, quien además señaló que siendo él mismo santafesino sintió que era necesario tener esta primera reunión con la gente de teatro de esta provincia a fin de conocerse y buscar puntos de encuentro.

Respecto de la coyuntura y de aquellas problemáticas emergentes de lo que será esta primera etapa de su gestión, Allasino evaluó: “Durante 2015, el INT atravesó una crisis institucional profunda que demostró el pico de un choque de intereses y de miradas acerca de cada uno de los actores que conforman este instituto que es tan particular, porque es un ente autárquico que tiene un modo de conducción colegiado a través de un Concejo de Dirección (integrado por representantes de todas las regiones) que toma las decisiones acerca de las políticas teatrales del país, pero también con una Dirección Ejecutiva que es la responsable legal del INT con todo lo que eso implica”. Y agregó: “Quienes hacemos teatro en el país hemos sido testigos a lo largo de los años de distintas fricciones y enfrentamientos que han generado estas diferentes miradas, con un desencuentro que el año pasado llegó a los medios y puso verdaderamente en crisis a toda la institución, una situación con la cual empecé a tener un contacto profundo y real a partir de mi designación, y de la que hoy, luego de haber dialogado con los responsables de cada una de las áreas, tengo ya una mirada profunda de lo que está pasando y por eso siento que es el momento de llevarle claridad a los creadores de todo el país, es el momento ideal para reabrir el diálogo y repensar entre todos al instituto, con toda la potencia que la ley 24.800 le concede desde su misma creación”.

En relación a el aporte fundamental que brinda su experiencia como actor y director, Allasino señaló que: “el hecho de ser un artista y gestor de gran experiencia en el terreno independiente y haberlo complementado con mi trabajo en la gestión y la función pública me habilita a hablar, gestionar y actuar desde un lugar de conocimiento real y concreto. A mí nadie me contó nada sobre cómo era hacer teatro sin el INT, y cómo fue durante la etapa de existencia del organismo: lo viví en carne propia. Tengo la experiencia de quien desde un lugar del que poco se esperaba en términos teatrales, logró generar espacios de formación, grupos, salas, espectáculos, festivales y una escuela, proyectando a Rafaela como un verdadero polo teatral”.

Agregó además que si bien tiene una mirada muy positiva acerca de las cosas que se han logrado desde el INT en todos estos años, también tiene una visión muy crítica de determinados aspectos. Y señaló: “queremos generar un programa de verdaderas políticas transformadoras de la escena nacional, al corto, mediano y largo plazo. Poniendo el foco en la rigurosidad como eje constructor de la excelencia y la calidad. Para potenciar las artes escénicas como sector productivo debemos fortalecer lo artístico. Uno de los ejes centrales es propiciar una formación rigurosa en las regiones de producción más irregulares. Equilibrar el desarrollo de la tarea profesional en todo el territorio nacional: las casi dos décadas de trabajo del Instituto no han logrado equiparar la tarea en los lugares más débiles con la producción escénica de las ciudades más desarrolladas”.