El ex policía y piloto Óscar Pérez, que protagonizara acciones de alto impacto mediático contra el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, murió en un operativo de captura desplegado el lunes por fuerzas policiales y militares en las afueras de Caracas.

El ministro del Interior, Néstor Reverol, incluyó a Pérez en la lista de «siete terroristas fallecidos» -entre ellos una mujer- y mostró sus fotografías en la televisión gubernamental, poniendo fin al mutismo oficial sobre la suerte del exagente de la policía científica.

Pérez, de 36 años, era el «hombre más buscado» por las autoridades de Venezuela desde que el 27 de junio sobrevoló Caracas en un helicóptero policial con algunos de sus compañeros, lanzando cuatro granadas contra el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y disparando contra el Ministerio de Interior.

El ataque, que no dejó víctimas, ocurrió en medio de protestas contra Maduro que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio de 2017.

Siete meses después, comandos militares y policiales realizaron en la mañana del lunes la «Operación Gedeón» contra el expolicía y sus hombres, a quienes sitiaron en una casa en la carretera a El Junquito, 25 km al noroeste de Caracas.

Reverol precisó que otros seis miembros del grupo, cuatro hombres y dos mujeres, están «detenidos» y «siendo procesados»; en tanto que dos policías murieron y ocho resultaron «gravemente» heridos.

Acompañado de altos mandos militares y policiales, el ministro aseguró que los «actos cometidos por esta banda criminal califican» como «terrorismo, constituyendo claros y flagrantes ataques contra la institucionalidad democrática».

Rocío San Miguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada, comentó a la AFP que la acción de Pérez parecía aislada.

«La zona elegida para esconderse, los pocos actos realizados en siete meses y la ausencia de personal de resguardo que custodiara o respondiera al ataque no supone la existencia de una red articulada y experimentada para realizar acciones terroristas o derrocar el gobierno», subrayó la experta.

«No autorizamos su cremación»

La muerte de Pérez provoca polémica. En quince videos que difundió en Instagram durante el operativo, el piloto, con el rostro ensangrentado, acusó a las autoridades de querer matarlo a él y a sus hombres pese a estar dispuestos a entregarse.

«Nos están disparando con lanzagrandas francotiradores, dijimos que nos íbamos a entregar y no quieren dejar que nos entreguemos, nos quieren asesinar», dijo Pérez en uno de sus últimos mensajes en plena balacera.

La exfiscal general Luisa Ortega Díaz, chavista que rompió con Maduro y huyó a Colombia tras ser destituida el año pasado, calificó el hecho como una «ejecución extrajudicial».

Pero el gobierno asegura que fueron Pérez y los suyos quienes atacaron. «Pese a todos los intentos de lograr una solución pacífica y negociada, este grupo terrorista inició de manera artera (…) un enfrentamiento», aseguró Reverol.

Tras el informe del ministro, la esposa del piloto, Dana Vivas, pidió a las autoridades permitirles identificar el cadáver.

«La familia exige al gobierno de Venezuela, que permita identificar el cuerpo de Oscar Pérez. No autorizamos su cremación», manifestó en su Twitter Vivas, quien se fue al exterior con sus tres hijos.

Aminta Pérez, madre del piloto, y Vivas tildan de «masacre» la operación.

La ONG de derechos humanos Provea acusó al gobierno de propiciar un «desenlace violento»; en tanto que Foro Penal denunció la participación de «grupos irregulares de civiles armados» -conocidos popularmente como colectivos- en el operativo.

«La tragedia» del piloto

Muy activo en las redes sociales, Pérez difundía videos para llamar a los venezolanos a rebelarse contra «la dictadura» y dar a conocer sus golpes contra el gobierno.

En diciembre pasado, lideró un comando que asaltó una base militar en la población Laguneta (norte), y se llevó 26 fusiles Kalashnikov, pistolas y municiones.

Maduro acusó entonces a Estados Unidos de estar detrás del ataque y pidió «plomo contra los terroristas». «Todo el que entre por el camino del terrorismo (…) tendrá la oportuna respuesta de nuestra Fuerza Armada y fuerzas policiales», reiteró el lunes.

Antes del ataque con helicóptero, Pérez, actor aficionado de ojos azules y apariencia de estrella de Hollywood, ya era conocido, pues protagonizó en 2015 el filme de acción Muerte Suspendida.

«La tragedia de Oscar Pérez es que solo fue tomado en serio tras su muerte», comentó San Miguel, al señalar que los venezolanos enfrentan, además de una severa crisis económica y política, la «división y la desconfianza entre unos y otros».

A juicio de la experta en temas militares, eso lo «alimenta el gobierno con estrategias de desinformación, los cuerpos de inteligencia y el uso de las redes sociales para deshumanizar a sus adversarios, asumiendo una hegemonía comunicacional».