«Estoy bien, gracias a Dios, estoy vivo», indicó Rebagliati pasadas las 9:00 al arribar a la sede Fiscalía Federal en lo Criminal y Correccional de Tres de Febrero, a cargo de Paul Starc, ubicada en Santos Lugares.

El empresario de 53 años estuvo ocho días secuestrado y fue dejado en libertad ayer en Almirante Brown, luego de que su familia, tras recibir tres pruebas de vida, pagara un rescate.

El hombre es hijo de Jorge Luis Rebagliati, dueño de la empresa Cintra, ganadora de varios contratos millonarios con la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) para ocuparse de la limpieza de la superficie del Riachuelo y operadora en la zona portuaria de San Lorenzo, Puerto San Martín y Timbúes con sede y deposito en calle Mosconi de San Lorenzo.

Mientras tanto, la Policía bonaerense centró su investigación en una banda integrada por policías, ex uniformados y ex miembros del grupo guerrillero peruano Sendero Luminoso, que sería la responsable del secuestro de Daniel Rebagliati.

Según publicó en su edición de hoy el matutino La Nación, el rescate implicó el pago de 1.500.000 pesos y un modo particular de entrega del dinero a los secuestradores (arrojado en un bolso desde un tren), que para la Justicia revela el conocimiento profundo de cómo se opera desde el «protocolo policial» en casos como éste.

Los investigadores que siguen la hipótesis de la banda de exguerrilleros peruanos en conjunto con policías argentinos, descubrieron elementos en común con hechos similares en secuestros de los últimos doce meses.

En uno de esos casos habrían participado dos sospechosos de nacionalidad peruana que integraron las filas del grupo guerrillero Sendero Luminoso y que se instalaron en nuestro país para dedicarse al narcotráfico y a los secuestros, indicó el matutino.

La pesadilla de los Rebagliati comenzó el martes 28 de abril, cuando desde Cintra se comunicaron con Di Francesco para decirle que el empresario no había llegado y que el sistema de monitoreo de la Ford Ranger mostraba que “iba de un lado para el otro”.

Los delincuentes avisaron del secuestro y pidieron el recate. Tras varias negociaciones, su familia pagó un rescate de 1,5 millones de pesos, según confirmó su amigo y abogado Rafael Di Francesco.

Di Francesco explicó que el pago lo hizo un familiar directo de Rebagliati (sería el hermano), cerca de las 23.30 del martes “entre la estación Santos Lugares y Caseros del ferrocarril San Martín”. Desde el vagón del tren debió arrojar el bolso con el dinero, y alrededor de las 3.30 se enteraron de que el empresario había sido liberado en el partido de Almirante Brown.

Pero antes de arrojar el bolso, los secuestradores mantuvieron varios contactos telefónicos con el familiar del empresario encargado del pago del rescate. Así, “primero le dijeron que debía subir a la autopista y dirigirse hasta el Obelisco”, relató Di Francesco. Una vez allí, lo enviaron hasta Recoleta, luego a tomar avenida Del Libertador y así llegar hasta la estación de Retiro.

Cuando llegaron a Retiro, los secuestradores le hicieron dar “cuatro, cinco vueltas alrededor de la plaza” (explicó) y allí fue que le indicaron al familiar de Revagliati que estacionara el auto, tomara el bolso y se dirigiera a la estación del ferrocarril San Martín.

“Le dijeron que sacara boleto a José C. Paz. Una vez en el tren, entre la estación de Santos Lugares y la de Caseros, lo llamaron y le dijeron que abriera la ventanilla y tirara el bolso”, reveló Di Francesco.

Cuatro horas después, a Rebagliati lo dejaban en jeans, medias y una remera blanca en Almirante Brown. El empresario fue socorrido por la telefonista de una remisería, desde donde dio aviso a su familia y a la Policía.