La sociedad estadounidense Turner-Fox asistirá el próximo martes a la Casa de Gobierno para realizarle a las autoridades nacionales un ofrecimiento para televisar el fútbol argentino por un monto global que alcanzará los 3.500.000.000 de pesos requeridos por los clubes.

La oferta, según le revelaron a Télam encumbradas fuentes de AFA, se desglosará en las siguientes sumas:

1- Turner-Fox aportarán 2.500.000.0000 de pesos por temporada.

2- Luego se abonarán 500.000.000 que corresponderán a tres ítems: rating, nuevos abonados y distintas alternativas publicitarias.

3- Se sumarán 300.000.000 de streaming.

4- Un nuevo sponsor de una empresa de telefonía celular (Claro), aportará otros 200.000.000.

Todo esto sumará esos 3.500.000.000 de pesos que se abonarán por temporada, con un contrato que se firmará por cinco años.

Claro que para que todo esto se pueda llevar adelante, primero debe consumarse la rescisión del contrato de Fútbol para Todos, que está vigente hasta el 1 de septiembre de 2019.

Esa rescisión le reportaría a los clubes un resarcimiento equivalente a 530.000.000 de pesos, con lo que los clubes tratarían de sobrevivir hasta mediados del corriente año, para terminar sus respectivos torneos.

Si el acuerdo se aprueba, los clubes deben convocar a una Asamblea para refrendar la finalización del contrato de Fútbol para Todos.

El ofrecimiento de Turner-Fox entraría en vigencia en agosto próximo, con el inicio de la temporada 2017-2018, pero ese aporte regiría para el campeonato de primera división, si es que finalmente se termina instaurando la Superliga, mientras que desde la B Nacional para abajo los torneos estarán bajo la órbita de la AFA.

Ese nuevo orden partiría de la reunión que mantuvieron la semana pasada los presidentes de Boca Juniors, Daniel Angelici; Claudio Tapia, de Barracas Central, y su suegro, Hugo Moyano, de Independiente, en Mar del Plata, donde acordaron impulsar la candidatura de ‘Chiqui’ como presidente de la ‘nueva’ AFA (tendría a su cargo el ascenso y la selección nacional), en tanto la Superliga se crearía solamente para el campeonato de primera división, pero manejando los derechos televisivos.

De esos derechos la Superliga le bajaría el 12 por ciento al ascenso, pero la exigencia de la televisión privada es que el próximo certamen de primera división se dispute con no más de 22 equipos, lo que de por sí ya originó una fuerte resistencia de los clubes ‘chicos’ y los de la B Nacional.

Es que esto supone un descenso masivo de equipos de primera para mediados de año (pueden ser hasta 10 si se conservan los dos ascensos desde la categoría inmediata inferior), que a su vez se acumularían en la B Nacional, transformando en inviable este certamen, que además no contaría con un flujo de dinero importante como para solventarse.

Lo que llamó hoy la atención de los dirigentes es que ese ofrecimiento que Turner-Fox le elevará al gobierno nacional se programó en simultáneo con la reunión prevista también para el próximo martes por todos los clubes de primera división, una réplica de la realizada el pasado jueves en un restaurante de la Costanera Norte que tuvo como figura convocante al vicepresidente de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, otrora candidato a presidir justamente la Súperliga.

Y justamente en ese encuentro será Tinelli quien les explique a sus pares sobre los pormenores de este ofrecimiento de Turner-Fox al gobierno nacional.

«Más allá de esto, nosotros seguimos con nuestro plan y la semana próxima también habrá una reunión de la divisional para plegarnos al paro que ya iniciaron los clubes de la B Nacional, la Primera C y los Federales A y B», le advirtió a Télam uno de los principales referentes de la mesa directiva de la B Metropolitana.

En la reunión del martes en Casa de Gobierno estarán presentes el secretario general de la presidencia de la Nación, Fernando De Andreis, el titular de Fútbol para Todos, Fernando Marín, el presidente del Comité de Regularización, Armando Pérez, y el vice, Javier Medín.

Es que la Fifa monitorea todo lo que sucede en AFA desde Zúrich, esperando el momento apropiado para dar curso al nuevo estatuto, lo que podrá modificar el orden interno del fútbol nacional hacia nuevos rumbos, que pueden ser estos o quizás otros hoy impensados.