por Florencia Vizzi

Esta semana Rosario fue, nuevamente, comidilla y atracción, eje de la atención y trofeo en disputa para medios de comunicación y funcionarios nacionales y provinciales. En este caso, la detención de un joven de 19 años, Alan Funes, cuya inesperada fama y trascendencia mediática sorprendió a propios y ajenos, puso sobre la mesa un debate más de fondo. Uno de los puntos en los que hizo eje el gobierno nacional al asumir la actual gestión fue, precisamente el combate al narcotráfico y todas las esperanzas de ese combate fueron centralizadas en una persona, la mimnistra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. Sin embargo, y a pesar de las numerosas conferencias de prensa y anuncios de la funcionaria en las redes sociales, los números no parecen acompañar el éxito aparente. Así lo señaló el diputado nacional por el Frente Social y Popular, Carlos Del Frade en entrevista con Conclusión, quien detalló que «en 2017 se duplicó la cantidad de cocaína que circulaba en el país, se triplicó la cantidad de drogas sintéticas y casi se duplicó la cantidad de marihuana». «Estos son números oficiales del Ministerio de Seguridad de la Nación», remarcó el diputado. También acusó al gobierno nacional de «tejer un relato en relación al combate al narcotráfico»

Los Funes, los Camino, los Monos, los Medina…

Alan Funes tiene 19 años, y en pocos días su nombre se convirtió en sinónimo del mal. Sin embargo, la historia podría ser mucho más compleja de lo que parece a simple vista, y tal vez, el mal tenga varias caras. Las crónicas policiales dan cuenta de un viejo enfrentamiento entre dos familias en la zona sur de la ciudad. Los Camino, herederos del histórico barrabrava leproso, que reinaban en el barrio Municipal y los Funes, que se negaban a someterse. En ese contexto ocurrió el crimen de Mariela Miranda, madre de Alan y Ulises, este último acribillado a balazos el pasado 7 de enero. La mujer fue muerta en un ataque a balazos por la espalda.  Los Funes responsabilizaron a los Camino, que siempre negaron relación con el hecho aunque uno de ellos fue imputado por el crimen. El enfrentamiento entre ambas bandas es de vieja data  y se cobró varias muertes y en él se juegan viejos conflictos y peleas territoriales.

En ese sentido el periodista y diputado Carlos Del Frade, quien ha investigado largamente la trama del narcotráfico en Rosario y la región, se mostró escéptico con la postura de la ministra Patricia Bullrich que declaró que Alan Funes aterrorizaba a la ciudad,  y trajo a colación un dato relevante, la vieja relación entre Los Monos y Luis Medina con los Camino, los Ungaro y los Funes.

«Lo que nosotros decimos es que el enfrentamiento entre la banda de los Funes y los Camino es en realidad el enfrentamiento entre sub bandas, entre hilachas de las que alguna vez fueron bandas poderosas en Rosario Me refiero a los Monos y a Luis Medina. Los restos del enfrentamiento de Los Monos contra Luis Medina es el enfrentamiento de los Camino contra los Ungaro y los Funes, porque los Ungaro y los Funes trabajaban para  Medina y los Camino, históricamente, trabajaron para los Monos. Eso es lo que estamos viendo en Barrio Municipal», explicó Del Frade. «Eso está circunscripto al barrio , y al estar centrado allí, ya no estamos hablando de una banda que amenaza o aterroriza la ciudad de Rosario como lamentablemente dijo la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, en una exageración que raya con la mentira y en la que se habla más para los medios de comunicación de Buenos Aires que para la gente de Rosario, porque cuando dice que Alan Funes estaba aterrorizando a Rosario, no tiene nada que ver con la verdad. A los rosarinos nos aterroriza la falta de trabajo, la inseguridad en líneas generales, en todo caso, pero no Alan Funes que es conocido, con suerte, por mil personas en una ciudad demás de un millón de habitantes» enfatizó el diputado del Frente Social y Popular.

En relación a ese punto, el funcionario fue categórico: «Lo que aquí queda demostrado es que para el macrismo, el combate al narcotráfico es más un relato que una cuestión real y concreta. Por eso, en esta ocasión estoy más cerca de lo que dijo Pullaro (Maximiliano), que le bajó totalmente el perfil y dijo que era un tipo violento que tenía que ser detenido pero no es más que eso. No estamos ni ante la reedición de Los monos ni mucho menos de un gran nivel de violencia como lo quieren hacer aparentar».

Narcotráfico, un negocio que crece y florece

Detrás de las noticias y grandes operaciones de prensa se esconden los números reales, que muchas veces no coinciden con lo que se muestra. Es en ese sentido en el que el diputado Del Frade habla de «relato». «Hay que tratar de depurar las cosas y escuchar todas las voces. Y hay que dar a conocer esas cosas porque no sea que después aparezcan operaciones de prensa que nos alejen cada vez más de la verdad y de la responsabilidad de dos negocios que hoy se tragan la vida de nuestros pibes como son el negocio de las armas y el negocio del narcotráfico».

«La verdad es que, como dicen los mexicanos, el juego sigue, lo que cambian son los jugadores» remarcó el diputado. «Estamos convencidos que el narcotráfico es un negocio paraestatal multinacional,  de arriba hacia abajo, que necesita de nichos corruptos de los tres poderes del Estado, con lo cual cuando se dice combate al narcotráfico lo que en realidad se combate son los últimos eslabones de la cadena de comercialización, pero siempre quedan absolutamente invictos los delincuentes de guante blanco que son los que realmente van haciendo meter en primera a los jugadores del momento. Eso es lo que me parece que sigue impune, si realmente se quisiera combatir el narcotráfico se debería combatir a los financistas del narcotráfico, eso es lo que nunca pasó en ningún lugar del mundo y por eso el narcotráfico es parte estructurante del sistema capitalista», enfatizó.

En ese sentido, Del Frade desempolvó, como siempre es bueno hacerlo, los datos oficiales de 2017: «Los números hablan de esto, hablan por sí solos por más que  haya una «inflación en el relato» . Pero por  más que se exageren las cosas, como en este caso hace Patricia Bullrich, en 2017 se duplicó la cantidad de cocaína que circulaba en el país, se triplicó la cantidad de drogas sintéticas y casi se duplicó la cantidad de marihuana. Esto habla a las claras, el negocio crece, florece, se multiplica.  Más allá de que ahora se diga que nosotros combatimos el narcotráfico, lo que se combate son los perejiles y los que, en términos de criminología crítica, se llama los punibles, es decir, las madres desesperadas que salen a vender porque no consiguen otra manera de mantener a su familia o los pibes que se agarran de las drogas y las armas porque no tienen otra perspectiva para afrontar la vida».