“No es un asunto menor. Hollywood, uno de los principales feudos del poder estadounidense y sus subterráneas costumbres eróticas, sufrieron el demoledor asalto simultáneo de The New York Times y The New Yorker, que expone la sexo-sicopatía del cineasta Harvey Weinstein y coloca en la picota sus crapulosas conexiones políticas y financieras”, escribe Alfredo Jalife.

El analista mexicano continúa diciendo que este escándalo “beneficia a Trump –quien estuvo a punto de perder la candidatura del pudibundo Partido Republicano por su descontrol manual con mujeres– y perjudica al Partido Demócrata en uno de sus principales feudos hieráticos (su bosque sagrado: Hollywood). Además de enlodar a los Clinton (Bill, Hillary y su hija Chelsea) y a la pareja Obama (Barack y Michelle)”.

“¿Estará implicado el poderoso Gafat (Google, Apple, Facebook, Amazon y Twitter) en la protección de la red sexo-criminal de Hollywood?”, se pregunta Jalife, a la vez que agrega: “Resalta el blindaje legal de la omnipotente circularidad viciosa del trinomio financiero, entretenimiento y mediático, que se dio el lujo de ocultar los extravíos sicalípticos de Harvey Weinstein durante casi medio siglo”.

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