Por Aldo Battisacco – Desde Buenos Aires (Enviado especial)

Con la intención de poner un parate a la «puerta giratoria» en las cárceles y generar nuevas herramientas en la lucha contra la inseguridad, el diputado nacional Sergio Massa presentó un paquete que incluye tres proyectos: Ley de Protección Integral de las Víctimas, Tolerancia Cero a la Portación Ilegal de Armas y Fin de la Puerta Giratoria.

El diputado nacional del Frente Renovador Felipe Solá dialogó con Conclusión y explicó que «se avanzó con el proyecto que garantiza un régimen de protección por parte del Estado a las víctimas de delitos penales».

Según el legislador la ley de Protección Integral de las Víctimas es una norma en la que se tiene «una larga lucha porque la iniciativa es de marzo de 2014, recorrió comisiones, obtuvo despachos favorables y se tratará mañana en la sesión de diputados».

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Respecto de la letra de la ley, Solá dijo que contempla que «así como los acusados de los delitos penales tienen acceso al defensor de pobres y ausentes, es decir, a un patrocinante legal gratuito, que significa una asistencia, hay que procurar que las víctimas o los deudos de una víctima de hechos penales tengan también la posibilidad de tener un abogado pero pagado por el Estado y a su vez también intervenir en el proceso».

«Es decir estar presentes y ser consultados por fiscales y jueces, y acompañar allanamientos sin correr peligro, esto se puede dar en casos de robo, situación en la que los damnificados podrían reconocer los objetos que les fueron arrebatados, y reconocerlos y no tener que asistir tiempo después a una comisaria para decir si los objetos le pertenecen», dijo el legislador.

Solá dijo que es necesario que «el Estado acompañe a las víctimas, y las contenga, porque es común ver que van a los medios -los que tienen acceso- donde pueden contar que les sucedió. Y lo cierto es que ésta ley se necesita desde hace mucho tiempo, pero esto no queda ahí, porque la iniciativa contempla que un juez antes de liberar un convicto puedan convocar a las victimas para que den su opinión».

Conclusión consultó a Solá sobre cómo se tratarían casos en los que los responsables penales de algún incidente en tiempos en que la judicialización de la protesta social está presente. El diputado sostuvo que «hay que separar las cosas, xenofobia es acusar a priori a los extranjeros de cometer delitos y otras son las estadísticas criminales y los datos que de ellas se desprenden».

«La aparición de barrios con ciudadanos de países vecinos -que son nuestros hermanos- que migran a Argentina, y que necesitan rápidamente escuelas, hospitales, o condiciones que no poseen en sus países de origen, muchas veces tienen conductas que sólo constituyen una actitud disruptiva, y más allá que la capacidad de integrarse que tienen paraguayos, bolivianos, uruguayos y peruanos es muy fuerte, hay sectores de la población que piden que se les de un trató mas duro cuanto delinquen».

Xenofobia y migraciónes

Preguntado sobre si compartía las afirmaciones de Pichetto en temas en los que se vincula a migrantes iberoamericanos con la falta de seguridad, Solá dijo que está «dispuesto a que lo que planteó el senador -a pesar de diferir en muchas cosas- que tuvo la honestidad de expresarlo, sería oportuno que se revise para no eludir nada de los que acontece en la calle, porque si creemos que no son temas que nos atañen, se cae nuestra representación», señaló.

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En otro sentido, el legislador precisó que «sera necesario discutir todo, con la convicción que se debe hacer sin considerar de antemano que los extranjeros son culpables, no lo son, frente a nuestros ojos hay una realidad que deberá constituir los puntos de una agenda que debe ser abordada con autoridades de países vecinos, dado que Argentina fue siempre un país de fronteras abiertas que permitió que ingresen ciudadanos de naciones limítrofes. Y a pesar que estuvimos y estamos orgullosos, hoy tenemos problemas que se manifiestan a los que hay que prestarle la mejor de las atenciones», describió Solá.

En relación a esto último, el ex gobernador de Buenos Aires dijo que “es indispensable visualizar que todos somos iguales, son ciudadanos connacionales a pesar que algunos se ofendan por esta definición, no son culpables por ser pobres y buscar trabajo en nuestro país”.

«Nadie es culpable por migrar en búsqueda de un trabajo y de tratar de darle bienestar a su familia, no hay que ser xenófobos y por sobre todas las cosas no podemos olvidar que iberoamérica es un continente que tiene destino de unidad en el futuro. Lo que hay que discutir es una seria política migratoria porque tiene relación con el gran crecimiento de la periferia de las grandes ciudades argentinas”.

Finalmente, Solá especificó que “por sobre todas las cosas no se debe generalizar, porque muchos de ellos son muy laboriosos y contribuyen a producir riqueza como cualquier otro argentino”.