Por Mario Luzuriaga

A la hora de hacer películas biográficas siempre el tema recurrente es elegir un prócer. Es por esto que hay muchas cintas dedicadas a José de San Martín o sobre Manuel Belgrano, y otras vinculadas con historias vividas durante la última dictadura militar. Pero pocas fueron dedicadas a ídolos populares, un ejemplo que se viene a la mente es la del recordado Leonardo Favio, sobre la vida del boxeador José María Gatica o «Tango Feroz». Luego no se vio algo parecido hasta este momento.

«Gilda: no me arrepiento de este amor» cuenta la historia de Miriam, una maestra jardinera que tiene una vida monótona y decide revivir la pasión que tiene por la música. Es por este motivo que decide probar suerte cantando junto a un músico. Así arranca su carrera artística y lidiar diversos conflictos con la mafia de la bailanta y  su familia.

La directora Lorena Muñoz hizo un trabajo increíble detrás de cámara, su experiencia en el cine documental le permitió regresar a los años noventa de una manera muy fiel. Aunque el fallecimiento de Gilda fue hace 20 años atrás, es un reto interesante recrear ese período de tiempo.

gilda

Natalia Oreiro está impecable caracterizando estética y musicalmente. Para abordar su personaje se basó en el contacto que tuvo con los familiares y músicos que compartieron sus experiencias con la cantante. También nos hizo sentir que Miriam era una mujer que, para la época en que vivió, era muy difícil dejar a sus hijos, separarse de su esposo y dedicarse de lleno a la música; y también tenía esa «culpa» que no la dejaba tranquila a la hora de subirse al escenario.

No sólo la actuación de Oreiro fue la más destacada, sino que todo el grupo de actores que la acompañan son excelentes y están en el momento justo y preciso. Lautaro Delgado como el marido que no entiende porque Miriam quiere incursionar en la música y Javier Drolas que interpreta a Toti Giménez, su última pareja, que es el hombre que entiende y alienta a la protagonista que se anime y confía ciegamente en ella. También está Ángela Torres que interpreta a una joven Miriam, breve pero efectiva y los roles de «villanos» de la cumbia son interpretados por Roly Serrano y Daniel Valenzuela que están perfectos. Oreiro interpreta todo el repertorio de la cantante con la ayuda de la banda original que reversionaron los temas más famosos.

Gilda: no me arrepiento de este amor es una película emotiva, conmovedora, que recorre la vida de Miriam y no de Gilda, de una mujer que no bajó los brazos y cumplió el sueño de toda su vida.

Calificación: Muy buena.