Por Alejandra Ojeda Garnero (Desde San Lorenzo)

Con un impresionante despliegue policial, la cuadra de los Tribunales de San Lorenzo se encuentra vallada y con al menos diez policías en cada esquina. Organizaciones sociales, familiares y amigos de Analía Rivero esperan el inicio de la primera jornada del juicio a los responsables de la muerte de la joven de 18 años que trabajaba como promotora en el boliche Stone de Capitán Bermúdez y murió tras quedar en medio de una balacera entre bandas narco de esa localidad el 2 de noviembre de 2014.

Todos se encuentran en una carpa montada desde anoche cuando comenzó la vigilia con una marcha en la esquina de los bancos.

En la otra esquina, familiares y amigos de los imputados se manifiestan con pancartas donde piden un juicio justo para Brian González, el principal acusado de disparar los tiros mortales que terminaron con la vida de Any.

Lo llamativo de este juicio, oral y público como todos en la provincia de Santa Fe desde que se implementó el nuevo sistema de justicia penal, es que no está permitido el ingreso a la prensa. Sólo pueden ingresar a la sala algunos pocos familiares de la víctima y los abogados, por disposición del Tribunal que preside, la Oficina de Gestión Judicial y el Ministerio de Seguridad, según indicó el abogado de la familia Rivero, Norberto Olivares.

Para esta primera jornada están previstos los alegatos de apertura de las partes, la declaración de los imputados y siete testigos.

Antes de ingresar a la audiencia el abogado querellante de la familia Rivero dijo que «se llega a esta instancia después de 2 años de mucha lucha de vecinos amigos y familiares, organizaciones políticas y sociales que conformaron un bloque multisectorial para acompañar la lucha de los familiares. Este juicio oral es una primera batalla ganada, esperamos por una condena ejemplar. Esto no fue un homicidio simple, tiene que ver con una trama de violencia sanguinaria en la región que está vinculada con la narcocriminalidad con componentes económicos políticos e institucionales y profesionales que son los que acompañan luego a los imputados a los juicios». Y agregó: «Pedirle a la Justicia que nos den una solución normal no sería justo para resolver este problema. Pedimos una condena ejemplar para que no vuelva a suceder esto y dejar sentado un precedente para cambiar la vida de la gente que vive amenazada», concluyó.

Por su parte, la madre de la víctima, Mónica Rivero, dijo que «espero lo mejor para tener una buena condena que esto aporte fuerza a la lucha que tuvimos durante 2 años y 4 meses los familiares, los amigos y las distintas organizaciones que han estado acompañando. Queremos la condena máxima que nos parece lo más justo».

Los implicados en el caso son dos hombres, Iván G., autor de los disparos y Brian G., quien conducía la camioneta en la que se desplazaban junto a tres mujeres, una de ellas menor de edad. Las mismas ya fueron juzgadas por encubrimiento, ya que tras el hecho permanecieron prófugas y no colaboraron en el esclarecimiento, por lo que recibieron una condena de tres años y medio de prisión. En tanto, la menor que estaba en el vehículo será juzgada en el sistema de menores.

Están previstos cinco días de juicio donde habrá un total de cincuenta testigos. Y luego de 10 días de finalizado el debate se conocerá la sentencia. La pena solicitada por la querella será la máxima para este tipo de delito, 25 años.

Vigilia en la jornada previa al inicio del juicio por la muerte de Any Rivero