Por Gisela Gentile

El agua es sin lugar a dudas un potenciador, posee características que hacen que todos seamos prácticamente iguales dentro de ella. Nuestro cuerpo está compuesto mayoritariamente por ella, y cuando nos sumergimos todas las diferencias se igualan. Es por esto que es están recomendada para realizar rehabilitaciones, estimulaciones de distintos tipos, o simplemente como un medio para realizar una completa actividad física.

Conclusión dialogó con María Elena Moreno, licenciada en educación física especializada en natación en la primera infancia.

IACMA (Iniciación Acuática, Cuerpo, Mente y Alma), viene gestándose en el inconsciente de esta docente hace mucho tiempo, pero hoy es el momento de llevarlo a cabo, “este proyecto comenzó a generarse hace muchos años, podría remontarlo a cuando comencé a estudiar el profesorado. Siempre la premisa fue que la educación física es salud y la concibo trabajando en la unión de cuerpo, mente y alma. Antes no estaba tan en boga el tema de lo espiritual, hoy es todo mucho más accesible”, indicó.

En cuanto a la aplicación de este método en bebés,  Moreno agregó, “la iniciación temprana en un medio como el agua, es fundamental debido a que lo adquirido en la primera infancia favorece para el resto de la vida de una persona. Aprender jugando en un espacio recreativo, en contacto corporal, encontrándose a través de la mirada y la voz con el otro, utilizando todas las propiedades que brinda el agua”.

“Cuando hablamos de los bebés resulta importante no perder de vista la relación del líquido amniótico y el agua. Ésta es mágica, es contenedora, el liquido amniótico es 98% agua y 2% aire, esta hermosa experiencia de natación tiene que ver con todas estas cuestiones. La importancia de cómo influye la respiración en el parto, las experiencias  que traemos, como impactan en nuestro ser y en nuestra propia historia. Considero que hay que tener en cuenta todo esto ya que cada ser es único y debemos respetar al ser”.

Este nuevo método tiene variadas influencias y es contemplado desde un ángulo donde no se fragmenta el cuerpo y se lo ve como un todo (IACMA) tiene características multidisciplinarias, contemplando el avance de las ciencias en su conjunto, paradigmas científicos, como así también la utilización de Reiki, aromaterapia, masajes, musicoterapia, matronatación, terapias holísticas, disciplinas, técnicas de sanación que se relacionan y fusionan en una sola actividad en un medio tan increíble y completo como el agua”, relató María Elena.

“La matronatación es un método holístico, y la base del proyecto tiene estos principios pedagógicos, con una base formal y sistemática  que se le suma las terapias alternativas anteriormente nombradas, en las cuales me fui formando a través de todos estos años. Este nuevo método crea un espacio de la pedagogía del amor, proporcionando la integridad del ser involucrando el cuerpo físico, emocional, mental y espiritual  en un intercambio de evolución personal y social”, enfatizó la profesora.

Introduciéndonos en algunas de las terapias alternativas que estarán presentes en cada clase, María Elena sostuvo, “creo profundamente en el impacto de los aromas, como los mismos influyen en nuestro ser y van sanando, por eso considero fundamental el poder implementarlo y que esta nueva técnica se expanda. En mi caso particular yo realizo los aromas que son personalizados y realizados para cada ser, energizados con una determinada intención amorosa”.  

“Mi deseo es que quienes lleguen a este espacio encuentren sus propios tiempos, una escucha atenta para sincronizar y reorganizar sus propios ritmos, compartiendo un campo energético propicio de autoconocimiento”.

Este nuevo proyecto se llevará a cabo en un importante centro de actividades acuáticas de barrio la sexta, y el mismo deberá realizarse en un momento donde la actividad en la pileta no sea tan alta, ya que se requiere de un espacio tranquilo y propicio para facilitar la misma.

“Comenzaremos con dos grupos, uno de bebés de 6 a 2 años, y otro grupo de adultos. Creo profundamente que podemos ampliar y profundizar la conciencia al hacer contacto con el agua, y allí comunicarnos en un espacio integrado que refleje una humanidad posible desde su desprejuicio y su necesidad de amor. Considerándola una actividad profundamente transformadora”, concluyó la profesora.