Por Pablo Martínez

La Asociación Deportiva Juan XXIII cumplió 50 años de vida. El club de Pellegrini y Lima fue formador de grandes futbolistas que trascendieron a nivel nacional e internacional. Conclusión dialogó con el presidente de la entidad, Maximiliano Altolaguirre, que describió el sentimiento que genera el club papal.

Juan XXIII nació el 25 de mayo de 1966 en los terrenos de avenida Pellegrini (entre Vera Mujica y Crespo), pero en 1981 debió abandonar el lugar y gracias a la fusión con el club San Francisco Solano, consiguió rápidamente un lugar, por la misma Pellegrini en la intersección con calle Lima.

El elenco papal fue pionero en el fútbol rosarino, en viajar a diferentes países de América para participar con éxito de torneos juveniles. Sin dudas, una verdadera cantero de talentos, que después trascendieron en equipos de primera división.

Nombres como los de Cristián Kily González, “el Tito” Roberto Bonano, Oscar Román Acosta, Claudio Cristofanelli, Luciano Figueroa, Lucas Bernardi, German Real, Patricio Graff, Daniel Quinteros, Mario Gori, Alberto Boggio, Damián Díaz, Diego Quintana, Javier Capelletti y Mauro Cetto, formaron parte de la época dorada del club de zona oeste.

Hace una década atrás, Juan XXIII sufrió la desidia de algunos dirigentes que no pudieron detener la caída estrepitosa del club, que fue perdiendo el prestigio. Pero en los últimos años, el equipo rojo parece renacer en todos los ámbitos.

El presidente de la entidad, Maximiliano Altolaguirre, expresó su relación con el club: “Yo jugué 12 años, hice muchos amigos con aquel equipo que empecé a jugar, que hoy algunos son de la comisión directiva. Todo aquel que pasa por acá, tiene el corazoncito en el club”.

“Siempre estuvimos ligados al club, conformamos una comisión y lo agarramos en un mal momento, le pusimos el pecho a la situación, intentamos reflotarlo para dejarlo de la mejor manera en lo futbolístico y estructuralmente”, expresó el mandamás.

Altolaguirre hizo un recorrido sobre su gestión: “Estos años tuvimos tuvimos que superar muchas dificultades. En el 2013 tuvimos la usurpación de la cancha de once (27 de Febrero y Valparaíso), nos privaron de poder desarrollarnos. Entonces empezamos a alquiler canchas y buscamos personas idóneas, porque aquí hay que hacer docencia. Pudimos armar todas las categorías, lleva tiempo y cuando no tenes un predio propio se hace más dificultoso”.

“Pero sabemos que Juan XXIII siempre fue una cantera inagotable de jugadores para otras instituciones y por ello, seguimos gestionando con el gobernador y funcionarios de la provincia, para llegar a un predio y un subsidio para construir la infraestructura”, afirmó el presidente.

El equipo rojo, tiene su primera división milita en la Copa Pinasco (la B) y las inferiores en la zona A2. La temporada futbolística 2017 está en marcha y el dirigente papal anunció la estructura de técnicos: “Angel Della Riva estará en primera división, Adrián Baigorria se encargará de las divisiones inferiores y Alejandro González, coordinará el fútbol infantil, que inclusive fue jugador del club de aquella famosa categoría 70, con Bonano, Gastaldi, entre otros”.

“Apuntamos con el ascenso de primera e inferiores en esta temporada, en lo futbolístico. Además, queremos terminar cuanto antes la infraestructura del nuevo predio (ex Av. Godoy 7660), que tendrá dos canchas de once con sus respectivos vestuarios”, destacó Altolaguirre.

Juan XXIII ha tomado un camino de crecimiento, el presidente y sus colaboradores, sueñan con devolverle el prestigio que supo tener en otras épocas, donde era una verdadera escuela de fútbol. Intentará lograrlo con un proyecto ambicioso en lo futbolístico y edilicio para este año.