El consultor financiero Jim Rickards, del boletín Strategic Intelligence, enfatizó al señalar que “reaparece la burbuja del 2008 como la bomba de la deuda petrolera de $ 5 billones”.

Lo “tituló” de esa forma para describir la bomba de la deuda de Wall Street a punto de estallar, parecida a la burbuja de derivados hipotecarios que derritió el sistema bancario en el 2007 y 2008.

Bienes básicos

Según indica el portal laroucherpac.com, Rickards describe un crac de la burbuja de bienes básicos para 2015 y 2016, en donde estalla la burbuja petrolera. “El lugar donde van a aparecer las primeras pérdidas es en los bonos chatarra. Hay unos $ 5.4 billones de dólares de costos incurridos en los últimos cinco años para la exploración, perforación e infraestructura”, señala, para agregar que se agrega “una ineficiente recuperación petrolera a precios muy altos, que hace mucho se desplomaron».

“Con el petróleo en el rango de los 45 a 55 dólares por barril, esa deuda va a empezar a caer en incumplimiento para fines del 2015 o principios del 2016”, vaticina el consultor financiero.

De hecho, en octubre se declararon en insolvencia 10 compañías perforadoras alrededor de la Cuenca de Petróleo Esquisto Bituminoso Bakken.

¿Eliminar las deudas?

“Esto significa que se van a tener que eliminar esas deuda, ¿Qué tanto?”, se pregunta Rickards. “Esto es un poquito más especulativo. Yo creo que se va a tener que eliminar quizá un 50% de ellas. Pero seamos conservadores y asumamos que solo se cancela un 20%. Eso es un billón de dólares en pérdidas que el mercado no ha absorbido ni descontado”.

Señala más adelante que “en el 2007, la cantidad total de préstamos de alto riesgo y Alt-A era de un billón de dólares. Las pérdidas en ese sector estuvieron por encima del 20%. Ahí, había un mercado de un billón de dólares con $200 mil millones en pérdidas. Ahora estamos hablando de un mercado de unos $5 billones con pérdidas por un billón de dólares de deudas incobrables, sin contar los derivados”.

Finalmente, larocuchepac.com expresa que “esta es una advertencia sobre solo una parte de la inmensa burbuja de deuda vinculada a los bienes básicos que han visto desplomarse su precio, y la arena mucho más grande de apuestas con derivados vinculados a ellos». Una de las “contrapartes” tenedoras más expuesta en esta arena de derivados es el Deutsche Bank, y su crisis, al igual que la de las grandes compañías de bienes básicos, se está encaminando rápidamente en dirección de la “bomba de la deuda” que Rickards ha indicado.