La caída del poder adquisitivo de los salarios continúa impactando en el producto más emblemático de la mesa de los argentinos: la carne. En los primeros diez meses del año su consumo interno alcanzó los 1963 millones de toneladas, 7,4 por ciento menos que en igual período de 2015.

Esto representó que el consumo por habitante se mantuvo en 55 kilos promedio anuales, con un retroceso en 8,3 por ciento contra los registros del año pasado, siendo los niveles más bajos desde 2011, según cifras de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra).

La exportación tampoco logró compensar a la industria cárnica la pérdida de mercado interno, pese a la devaluación de la moneda. “En los primeros diez meses del año las exportaciones habrían llegado (según estimaciones anticipadas por la cámara frigorífica) a 204,5 mil toneladas, ubicándose 16,2 por ciento por encima del nivel registrado en enero-octubre de 2015”, advirtió el informe de la entidad. En lo que va del año, la faena es la quinta más baja desde 1980.