La Corte Suprema de Justicia de Tucumán ordenó hoy la libertad de Belén, la joven tucumana que fue detenida hace dos años por un fallo judicial que la condenó por la muerte de su bebé, mientras en su defensa ella sostiene que se trató de un aborto espontáneo.

La resolución del alto tribunal, que lleva la firma de los vocales Antonio Gandur, Antonio Estofán y Daniel Posse, se conoció esta tarde y establece que la cuestión de fondo se resolverá más adelante.

Belén es una joven tucumana que fue condenada a ocho años de prisión por «homicidio agravado por el vínculo», ya que los jueces consideraron que tuvo a su bebé en un baño del hospital Avellaneda y que lo asesinó arrojándolo a un inodoro, mientras que quienes la defienden sostienen que se trató de un aborto espontáneo.

El máximo tribunal de la provincia dispuso que las actuaciones vuelvan a la Sala III de la Cámara Penal, que emitió el fallo condenatorio, para que instrumente la liberación efectiva de Belén, quien está privada de su libertad desde marzo de 2014.

«Belén lloró y está feliz», dijo la abogada de la joven

«Ella se puso a llorar cuando le conté. Estaba sorprendida. No lo podía creer», compartió Deza que habló por teléfono con la joven, mientras realizaba los trámites para concretar la libertad de Belén que se produciría en las próximas horas.

Los jueces Antonio Gandur, Antonio Estofán y Daniel Posse firmaron la resolución «y continúa en estudio la revisión de la condena», explicó Deza.

Además, dispusieron que las actuaciones regresen a la Sala III de la Cámara Penal, que la había condenado a 8 años de prisión en marzo por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía, mientras la Corte resuelve la cuestión de fondo, según fuentes judiciales.

«Si bien se resolvió el pedido de liberación de Belén, nosotros vamos a seguir pidiendo que se revoque el fallo, porque aún no se trató la cuestión de fondo», resaltó a Télam la directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, la abogada Mariela Belsky.

La profesional consideró que su liberación «es un gran avance» y que «se hizo justicia».

Belsky anticipó que «seguiremos insistiendo con la anulación de un fallo injusto y haciendo campañas para conseguir que se revoque y si eso no sucede llevaremos el caso a instancias internacionales en noviembre».

Belén es una joven de 27 años que el 21 de marzo de 2014 llegó, junto a su madre, al hospital Avellaneda de la capital tucumana con dolores estomacales, los médicos le administraron calmantes y estuvo aproximadamente dos horas internada en la guardia.

Según consta en la denuncia de su abogada, Belén sufrió una hemorragia, le diagnosticaron un «aborto espontáneo incompleto sin complicaciones» y allí «comenzó su calvario: acusaciones, sospechas y finalmente, la cárcel».

En un baño del hospital encontraron un feto que médicos, policías y funcionarios judiciales le adjudicaron a Belén. Nunca se realizó un estudio de ADN que demuestre la relación entre el feto y la joven. En ese momento le dictaron prisión preventiva, la condenaron y fue llevada presa al Penal de Santa Ester.

Cuando el caso se hizo público, se conformó la Mesa para la Libertad de Belén, compuesta por 40 organizaciones de un arco político variado, mientras que a nivel mundial, Amnistía Internacional recogió más de 120.000 firmas que respaldaron el pedido de libertad.

Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales exigieron que «se tomen medidas para la inmediata liberación de Belén en virtud de las violaciones que se cometieron, sin respetar estándares internacionales de derechos humanos».

Además, la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, solicitó al gobierno tucumano que inicie sumario a todos los profesionales que atendieron a Belén.

El viernes último, miles de personas se movilizaron en distintos lugares del país con la consigna «Libertad para Belén» para reclamar que se anule la condena judicial por homicidio que mantiene presa hace dos años a la joven tucumana, siendo las concentraciones porteñas y en Tucumán las más multitudinarias.

«No vamos a celebrar la libertad de Belén hasta no verla fuera de la cárcel», señaló a Télam, Marta Alanis de Católicas por el Derecho a Decidir, organización a la que pertenece Deza, que «hizo un trabajo impecable».

La noticia de la liberación de la joven «es muy buena y la estábamos esperando porque ha habido un trabajo impecable y muy coordinado de las organizaciones de género y de derechos humanos», agregó la dirigente.