El Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Brasil rechazó un pedido de habeas corpus para evitar que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva sea encarcelado cuando agote sus recursos de segunda instancia contra una pena a más de 12 años de cárcel por corrupción.

La decisión fue adoptada por unanimidad de los cinco magistrados de ese tribunal. El rechazo del habeas corpus preventivo reduce las posibilidades del exmandatario, de 72 años y favorito para las elecciones presidenciales de octubre, de seguir en libertad si la corte de segunda instancia que lo sentenció deniega los últimos recursos de apelación. Ese fallo, según los observadores, podría anunciarse dentro de unas pocas semanas.

El abogado de Lula, Joao Sepúlveda Pertence, exintegrante del STF recientemente incorporado al equipo delexmandatario, alegó que el máximo tribunal solo se había pronunciado «sobre la posibilidad» de encarcelamiento una vez agotados los recursos de segunda instancia, sin que se trate de una medida obligatoria.

Esta fue otra de las muchas derrotas judiciales del exmandatario de izquierda (2003-2010), quien afirma ser víctima de una persecución para evitar que vuelva al poder. «Este proceso es como si aún estuviéramos en los tiempos de la Inquisición, donde no se necesitaban pruebas, apenas convicciones», dijo Lula por la mañana a la radio local Metrópole.

Lula enfrenta siete procedimientos penales. Pero se declara inocente en todos. En paralelo a las cortes penales, la justicia electoral podría impedir que se postule a las elecciones, cuando se abran las candidaturas en julio, por tener una condena ratificada en segunda instancia.

Lula fue condenado en 2017 a nueve años y medio de prisión por aceptar un apartamento de lujo de una constructora involucrada en los sobornos a políticos del caso Petrobras.

Sus abogados apelaron, pero la condena fue ratificada unánimemente en enero de este año por el Tribunal Regional Federal Nº4 (TRF4), de segunda instancia, que además amplió la pena a 12 años y un mes de encierro.