La Justicia de Familia de la ciudad de Rosario declaró nulo un matrimonio porque el hombre le confesó a la mujer su inclinación homosexual.

El matrimonio, que se había concretado en 2013 tras un noviazgo de nueve años, había llegado a un quiebre diez meses más tarde, cuando el hombre admitió que era homosexual, por lo que la pareja dejó de convivir.

La determinación estuvo a cargo de la jueza del Tribunal Colegiado de Familia número 7, Gabriela Topino, en torno a un proceso iniciado por la demanda de la mujer.

En la causa, difundida por el sitio rosarino Tiempo de Justicia, se da cuenta del testimonio de un hombre que afirma haber iniciado una relación con quien le admitió a su esposa su homosexualidad.

La jueza determinó en su fallo que «no obstante el trámite matrimonial realizado, la voluntad de ambas o al menos de una de las partes no es sincera.

En el mismo sentido advirtió en cuanto al matrimonio que «su propósito se encuentra muy distante de lo que las palabras rituales han querido expresar».

Según consta en el expediente, durante los años de noviazgo la mujer nunca había tenido un indicio de la orientación sexual de quien iba a ser su esposo.

Por otro lado, la mujer, en su declaración, sostuvo que el prolongado noviazgo fue una relación excelente y que sentía que con su ahora exmarido conformaban una «pareja ideal».

También afirmó que ninguna de las personas del círculo íntimo del matrimonio conocía la condición sexual del hombre y que de haberlo sabido nunca habría celebrado el matrimonio.

El reciente matrimonio comenzó a tener algunos problemas, por lo que comenzaron charlas para recomponer la situación y fue en ese marco cuando el hombre le confesó a la mujer su verdadera condición sexual.

Con esos antecedentes, la jueza Topino admitió la demanda de la mujer y procedió a la anulación del matrimonio.