“Ta, Ta, Ta, Ta, ¡Ta!”, cómo olvidar al característico profesor Jirafales de la reconocida serie mexicana ‘El Chavo del 8’. Su divertido papel de maestro, en algunos casos frustrado al ser sorprendido por las ocurrencias de los niños de la vecindad, llenó de alegría a grandes y chicos de diversas generaciones.

Con toda la fama que recopiló mientras estuvo al lado de Chespirito, Roberto Gómez Bolaño, entre la década de los 70 y parte de los 90, muchos creerían que cosechó una gran fortuna, pero la historia no es así.

Por muchos años Rubén Aguirre y su familia vivieron en la quiebra. Lo que demuestra que en la vida todo viene y todo se va.

Rubén Aguirre, catalogado como uno de los mejores actores de la historia de la América de habla hispana, desempeñó diversos papeles actorales en las producciones de Roberto Gómez Bolaños, entre los cuales se destacan: el profesor Jirafales, Lu Castañeda, el sargento Refugio, entre otros. La productora Televisa ha generado miles de millones de dólares con esos programas, que se emiten en diferentes canales en numerosas naciones del mundo, especialmente en Latinoamérica.

Aparte de los dividendos que le pudiera representar al actor, éste contaba con un circo movible muy exitoso, así como un grupo profesional de teatro.

En pocas palabras, disfrutaba de lo que cosechó durante años y una elevada fama, pero en el 2007, Rubén y su esposa, Consuelo Reyes, tuvieron un trágico accidente en el vehículo que se movilizaban.

Los daños físicos fueron muy significativos, al punto en que Rubén abandonó las cámaras y los escenarios. Eran tan elevados los gastos médicos en cirugías, medicamentos y demás procedimientos, que los seguros que lo cobijaban agotaron sus montos preestablecidos y Aguirre tuvo que cubrir el resto de gastos de gran cuantía.

Llegó un punto en el que los millonarios costos médicos que debían cubrir de su propio bolsillo, los dejó en muy graves condiciones financieras. Al final, su situación llegó un punto crónico, en el que ya no lo recibían en los centros médicos, si no garantizaba el pago completo.

Aguirre prácticamente, quedó en la ruina y muy enfermo. Tanto él como su esposa quedaron en silla de ruedas. Consuelo Reyes fue la más perjudicada, porque perdió una pierna y fueron necesarias numerosas operaciones para poder salvarle la vida. Por si fuera poco, el actor sufría de diabetes y eso complicó la recuperación del accidente, así como también sus cálculos vesiculares.

Por su parte, el sindicato de la Asociación Nacional de Actores de México (ANDA) se hizo de la vista gorda frente a sus obligaciones monetarias, dejando al reconocido actor desahuciado.

Más de 10 años de querellas, demostraron que el ‘maestro longaniza’ y sus familiares tenían razón, pero fue demasiado tarde.

Rubén Aguirre pues necesitaba con urgencia una operación de vesícula y por falta de recursos, no se la practicaron, lo que se tradujo en episodios lamentables y críticos para su bienestar.

Finalmente, murió decepcionado a los 82 años, el 17 de junio de 2016, en Puerto Vallarta, Jalisco, donde residió por muchos años.

“Mis fuerzas se acabaron, tengo 10 años luchando por este derecho, porque desde hace 10 años lo he necesitado”, dijo el actor poco antes de morir, refiriéndose al derecho de que los costos de su salud, fueran cubiertos por ANDA.

Fuente: Urgente24