La muerte de la joven comerciante en Barrio Tango que fue asesinada el pasado viernes, conmocionó a los vecinos por la crudeza del homicidio y por las razones, al menos aparentes, por las que fue cometido. La víctima tenía apenas 19 años, y recibió un tiro en la cara cuando se negó a venderle fiado a dos muchachos. Luego de la discusión le joven metió el brazo a través de la reja de la ventana y efectuó los disparos.

En relación al hecho, el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Florentino Malaponte, señaló que en la audiencia imputativa, realizada en la mañana del domingo, «solicitamos la prisión preventiva en función de que, ya para ese día, teníamos agregado en el legajo dos declaraciones de personas que vieron al agresor disparando contra la kiosquera y que lo conocen por nombre».

Malaponte enfatizó: «Las entrevistas que hemos hecho hasta ahora, indican que la discusión se dio por el fiado y no hay indicios ni hipótesis de que se trate de otro tipo de delito, ni venganza ni drogas, al menos por ahora».

En relación a esto, el fiscal manifestó que «hay una claridad que no es habitual en este tipo de casos».» Uno de los testigos incluso dijo que lo intentó correr. Además de estas testimoniales, hay una posterior detención del imputado a 750 metros del lugar, vestido de la misma manera en que lo describieron los testigos, y además de esto, tenemos la declaración de la hermana de la víctima que estaba en el interior del local que escuchó cierta discusión y ve como le disparan a su hermana», explicó el funcionario judicial.

En ese sentido, Malaponte recalcó que la única hipótesis que se está manejando hasta ahora es «justamente la que surge del relato de los testigos,  que es que el acusado fue a pedir fiado y ante la negativa de la víctima decidió dispararle a quemarropa».

«Fue un hecho muy crudo realmente, agregó el fiscal, contando además que en el lugar estaba el hijo de la víctima, que es un bebé de un año y medio y en el interior su hermana que le estaba dando una mano con el negocio».

El fiscal manifestó que se bien se escucharon dos disparos, dentro del lugar se encontró una sola vaina,  una nueve milímetros. Y agregó que si bien se sumó la versión de que el agresor conocía a la pareja de la víctima, que se desempeñaba como empleado de seguridad en un lugar privado cercano  y que lo detuvo en un momento de intento de robo , la teoría de la fiscalía apunta por el momento al menos, a lo que se constató con el relato de los testigos.  «Las entrevistas e información que tenemos hasta ahora, apuntan a que la situación fue ésta, no hay cuestiones de venganzas, ni delitos previos, ni drogas».

Débora Daiana Jimenez tenía 19 años y fue ultimada por Jonatan B, de 26 el pasado viernes cuando atendía su negocio y el agresor le pidió que le vendiera fiado, a lo cual la víctima se negó. El joven efectuó dos disparos a través de la reja de la ventana por la cual Daiana atendía a los clientes y uno le dio de lleno en el rostro.

Este domingo, en los Tribunales Provinciales, el acusado fue imputado por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y el juez Carlos Leiva le dictó prisión preventiva por 30 días.

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