El oficialismo republicano permitió que un declarado negador del Holocausto nazi, supremacista blanco y conocido activista antisemita se convierta el mes próximo en el candidato del partido para congresista por el estado de Illinois porque no enfrentará ningún rival en las primarias.

Arthur Jones tiene 70 años, es un vendedor de seguros jubilado y desde la década de 1970 se presentó como precandidato republicano a casi todos los cargos electivos de las afueras de Chicago. Sólo a la Cámara de Representantes federal, siete veces.

Perdió en todas las primarias por mucho, pero el mes próximo, por primera vez en su vida, ganará. Lejos de moderar su discurso para ganar votos en los comicios generales, Jones se mantiene firme en su postura negacionista.

«Para empezar, me presentó para el Congreso no para canciller de Alemania. Para mi, el Holocausto es lo que he dicho: un fraude internacional extorsivo», sentenció Jones en una entrevista con el diario Chicago Sun Times, el medio que reveló este fin de semana su camino seguro a la nominación republicana.

Jones no esconde su ideología; por el contrario, la reivindica.

En la entrevista, el jubilado contó que fue dirigente del extinto Partido Nazi Estadounidense y que ahora encabeza un grupo llamado Comité Estados Unidos Primero, una organización que recupera el slogan de campaña y del gobierno de Donald Trump.

«La membresía para esta organización está abierto a cualquier ciudadano estadounidense de ascendencia europea, no judía», explicó el precandidato republicano a congresista por el tercer distrito de Illinois.

Pese a todos estos antecedentes, el Partido Republicano no buscó presentar un rival para evitar su nominación como candidato el mes próximo.

«En el Partido Republicano de Illinois y en el país no hay lugar para nazis como Arthur Jones», aseguró el presidente estatal de la fuerza, Tim Schneider, al diario Chicago Sun Times.

«Nos oponemos tajantemente a sus posiciones racistas y su candidatura a cualquier cargo electivo, incluido el tercer distrito para congresista», agregó el dirigente.

La explicación que dan las autoridades partidarias lejos de las cámaras y los grabadores es que ese distrito es mayoritariamente demócrata y, por lo tanto, no gastaron recursos en él.

En noviembre próximo, el oficialismo republicano se juega su mayoría en las dos cámaras del Congreso federal en las elecciones legislativas de medio término, una cita clave que definirá la agenda de reformas y leyes del gobierno de Trump.

Pese a que ningún analista duda de que Jones perderá en la elección general de noviembre, no importa quien gane la primaria demócrata, su sola nominación como candidato republicano preocupa en el país, especialmente luego que el propio presidente de la nación defendió y calificó de «buena gente» a manifestantes supremacistas blancos y neonazis hace sólo unos meses.

Una de las primeras voces que prendieron la alarma fue la Liga Anti Difamación, una de las principales organizaciones judías de Estados Unidos que denuncian las expresiones y los actos de antisemitismo en el país.

«Arthur Jones, quien se presenta como un orgulloso negacionista, xenófobo y racista en su blog y su página web, tiene un largo historial de odio, extremismo y visiones antisemitas», alertó el director regional, Lonnie Nasatir.

En uno de sus últimos actos de campaña, Jones contó que votó por Trump en las elecciones de 2016, pero que ahora se arrepiente. «Se rodeó de hordas de judíos», sentenció el precandidato republicano.