Por Ana María Sánchez 

¿Medicina tradicional o medicina complementaria? En verdad ambas tienen que aprender una de la otra y a nosotros nos compete comprender a las dos. En el siglo pasado  en 1928, Alexander Fleming,  descubre por accidente el antibiótico que cambiaría el curso de la historia: la penicilina y en década del 30 el Dr. E. Bach,  especialista en patología, bacteriología y homeopatía  sostenía  que el estado mental podía tener un efecto directo y muy poderoso sobre la salud física, confirmó con la experiencia y a través de  los escritos de Hahnemann sobre homeopatía  que, al fin,  estaba bien encaminado hacia el tipo de tratamiento natural que buscaba  y con Bach nace el primer sistema floral.

Si bien el punto en  común de ambas es mejorar la salud del paciente, son dos enfoques en el cuidado médico.  La medicina convencional  resalta una de los diferencias entre las dos disciplinas: un intento a la objetividad y  la personalización de las prácticas y tratamientos médicos, sin embargo, ha estado presente en  muchas disciplinas médicas alternativas durante miles de años., mientras que la medicina complementaria es  la «práctica que no está en conformidad con las creencias o estándares del grupo dominante de los profesionales médicos en una sociedad.»

Aunque el establecimiento médico ha sido renuente para reconocer a las terapias alternativas, los pacientes han estado acudiendo, a partir de los últimos años  a practicantes alternativos.

¿Por qué es tan popular la medicina complementaria? ¿Cuál es el atractivo? La respuesta está en que invitan a la persona a fortalecerse y tomar la responsabilidad de su propia salud,  trata a la persona como a un ser entero, en oposición a una serie de partes es decir como a un todo. De da mucha importancia al rol que juegan mente y emociones y como las mismas pueden desequilibrar todo un sistema.

Aunque es verdad que con frecuencia necesitamos administrar medicamentos o utilizamos enfoques para controlar los síntomas, que sin la medicina alopática, serian difíciles de tratar, también se deberían investigar las causas y el origen de los síntomas.

Con el fin de ayudar a llenar el vacío y unir las dos disciplinas, se creó la medicina integral que  honra la capacidad innata del cuerpo para sanar, valora la relación entre paciente y médico e integra la medicina complementaria cuando es apropiada  para facilitar la curación. La medicina integral vuelve a enfocar la medicina en la salud y curación. Insiste que los pacientes sean tratados como personas completas (mente y espíritu, así como también cuerpos físicos) que participan activamente en su propia salud. Actualmente, muchas escuelas de medicina en los Estados Unidos enseñan principios y practican la medicina integral.