Por Mario Luzuriaga

Miguel Tessandori es uno de los periodistas deportivos más importantes de la ciudad, con una trayectoria de más de cuarenta años en los medios. El columnista de 12 a 14 (Canal 3) habló con Conclusión acerca de la actualidad del fútbol argentino y opinó sobre cómo debería manejarse el fútbol; además de analizar la situación de Central y Newell’s.

—¿Qué pensás de la actualidad que vive el fútbol?

—El fútbol tiene las consecuencias del desmanejo; partamos de la base de que nunca estuvo bien manejado. Había una persona sola, omnímada en su poder, que prácticamente había establecido un reino mafioso. Porque parece que, como que murió, es bueno, un hombre ejemplar; eso no quita que Grondona usufructuó la Asociación del Fútbol Argentino y el poder. Primero para perpetuarse, segundo para llenarse de oro, tercero para llegar a la Fifa y ser vicepresidente y cuarto para aparecer como uno de los responsables del «FifaAgate». Todo eso significó no hacer una escuela dirigencial en la AFA, todo era un «sí grondonismo»; había que decirle «sí» a todo y el tipo repartía los cheques a las instituciones, les permitía el despilfarro, los bancaba porque tenía una financiera propia y múltiples cosas. Entonces ese sedimento que quedó de la gestión Grondona fue mal aprovechado, porque los que estaban con él no sabían hacer nada; siempre dependían del llamado de Don Julio. Hasta los gobiernos de turno dependían de él, no te olvides que estuvo durante la dictadura y los gobiernos de Alfonsín, Menem, De la Rúa y los Kirchner. Hizo el «Fútbol para todos», que fue un sistema político increíble a la manera de la propaganda nazi, en donde se utilizaba el fútbol como móvil para hacer política, sacándole a las arcas del Estado. Yo no me olvido de las fotos con Cristina Fernández, Grondona y Maradona en esa mesa. A Diego lo exceptúo porque está en un delicado equilibrio entre la locura y la razón; es un disparador de locuras y tuvo muchísimos problemas. En el caso de Grondona, hoy en día estamos pagando el costo de esa escuela dirigencial, no tenemos conducción y tenemos presiones de todo tipo; pero sin embargo, haciendo un paralalelismo con la Argentina que la han saqueado y nunca lograron voltearla, tanto la AFA, el producto fútbol, la selección y los jugadores son tan representativos, que ni aún haciendo el dislate que hicieron van a poder vaciarla. Ahora van a venir empresas multinacionales que van a pagar 3000 millones de pesos al año para solventar el «negocio fútbol», que es impresionante.

—¿Qué es lo que más te sorprende de lo que sucede dentro de AFA?

—Me asombra que no haya juveniles, han deteriorado las divisiones inferiores de los equipos, han mermado la capacidad de la selección juvenil que antes estaba compitiendo en su mejor nivel y ahora no clasificó al Mundial Sub 17; es preocupante. No hay una clase de directores que le apliquen a los chicos de formar defensores, laterales, centrales; me preocupa mucho.

—¿Crees que esta falta de formación viene directamente de los directivos?

—Cada vez se explota más la «caza de talentos» y eso lleva al chico al exterior tempranamente, pero a pesar de eso hay un deterioro en la enseñanza de un método de trabajo que sea uniforme. Que todos comprendan de cómo el equipo va a jugar; porque acá no les importa cómo se juegue, sino que se clasifique. A mí me interesa el juego y aparte me importan los juveniles porque son la base, después ellos desarrollarán su impronta. Bielsa decía que lo más importante que conserva el jugador argentino, es su espíritu amateur. Los jugadores tienen millones, pero cuando vienen a jugar a la selección tienen ese espíritu, la gente se queja si Higuaín no mete un gol o Messi no canta el himno; pero están, se ponen la camiseta y aguantan los golpes. Jugamos tres finales consecutivas, no pudimos ganarlas; pero el argentino es muy exitista. No te olvides que han calificado a Guillermo Vilas de soberbio y fue un tipo que creó un deporte en el país y dimensionó al tenis. Pero siempre qué es lo que siempre decimos: «este es un pecho frío», «es un soberbio», etcétera. Somos contradictorios y yo analicé que tenemos errado el concepto de solidaridad; no es llevar ropa para lo que necesiten, es otra cosa, no tenemos una cohesión para defendernos.

—¿Cómo ves a Central y a Newell’s?

—Bueno Newell’s es una institución que tuvo vaivenes pronunciados, sufrió un desmanejo de 14 años por parte de Eduardo López que fue terrible y con las causas que ahora se están juzgando no va a pasar nada. Volviendo a la reintegración de la familia Newell’s, se consiguió un título, se levantó el autoestima y ahora volvió a caer por que se toma una conducción de un equipo, en donde si no le pagan sueldos altos a los jugadores, tienen que jugar con los juveniles, si se juega con los juveniles no les favorece a los empresarios que quieren hacer negocios; entonces es imprevisible, por eso está sufriendo estas consecuencias económicas. Una lástima porque Osella hizo un gran trabajo con el plantel. Y Central viene de 3 años que estuvo en la «B», después de generar jugadores desde las inferiores que le dieron el dinero que hoy puede manejar, por las ventas que ha hecho, lo han solidificado económicamente; claro a Central le falta una pata que es ganar un campeonato. La gente no lo puede creer ni aceptar, pero en algún momento se va a dar.