El escocés Andy Murray conquistó por tercera ocasión en su carrera el Masters 1000 de Shanghai, al superar en la final este domingo al español Roberto Bautista, 19º del mundo, por 7-6 (7/1), 6-1.

Para el número 2 del mundo se trata del sexto trofeo de la temporada. Murray ya se impuso en la ciudad china en 2010, 2011, y fue subcampeón en 2012.

Con este 41º título de su carrera, Murray reducirá la diferencia con el número 1 del mundo, el serbio Novak Djokovic, que fue eliminado el sábado por Bautista en semifinales.

No obstante, Djokovic contará aún el lunes con una ventaja cercana a los 2.500 puntos respecto al británico. Una diferencia que no le asegura matemáticamente acabar el año como número 1.

«No es realista para este año», había afirmado Murray luego de superar el sábado al francés Guilles Simon en la otra semifinal. Murray, que nunca lideró el ranking ATP, confesó que sus planes pasan por ser líder la próxima temporada.

Pero el británico quiere terminar el año con buen pie y meter presión a Djokovic. Para ello deberá ganar el Masters 1000 de París (31 octubre – 6 noviembre), y después el Masters (13-20 noviembre).

Murray se encuentra en un gran momento de forma. Ante Bautista logró su décimo partido consecutivo con victoria y sin perder un solo set.

Temporada exitosa 

El número 2 del mundo conquistó esta temporada el Masters 1000 de Roma, el Torneo de Queens, Wimbledon, y logró el oro en los Juegos de Rio.

Luego de caer en semifinales de la Copa Davis ante Argentina se tomó dos semanas de reposo que le han permitido encarar con fuerzas este tramo final.

«En los últimos meses he jugado muy bien en todos los torneos, y obviamente estoy feliz», declaró Murray. «Lo puedo ver en sus ojos, está muy centrado en llegar a ser el número 1», afirmó por su parte Bautista.

El español le obligó a emplearse a fondo en el primer set. El español salvó tres bolas de set y obligó a disputar un juego decisivo en el tie break.

Pero Murray tiró de su mayor experiencia en finales, ya que para Bautista era su primera final en un Masters 1000. En el segundo set no hubo historia, y Murray sumó un nuevo título que le sitúa como el hombre a batir de aquí a final de año.