El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, prohibió hoy a los comisarios y funcionarios de la institución establecer conversaciones sobre el Brexit con representantes británicos «hasta que no haya una notificación oficial por parte del Reino Unido», en un pleno extraordinario de la Euro Cámara cargado de cruces y asperezas con la bancada euroescéptica del UKIP.

«Sin notificación, no hay negociación», dijo Juncker en el pleno que aborda las consecuencias del referéndum del pasado jueves, poco después de aludir con inusual dureza a Nigel Farage, líder de la bancada del movimiento euroescéptico UKIP, a quien dijo: «¿Qué hace usted aquí? ¡Ustedes apoyaron la salida!». «Es la última vez que ustedes están aplaudiendo aquí», añadió.

Minutos después, Farage, quien fue abucheado por la cámara, subió la apuesta e hizo una predicción. «Reino Unido no será el último país en dejar la UE», según informó la agencia de noticias EFE.

«La razón por la que ustedes están tan tristes y tan enfadados es clara: ustedes están negando el fracaso de su proyecto europeo», dijo a los europarlamentarios.

«Cuando vine aquí hace diecisiete años para liderar una campaña con el objetivo de irnos de la UE, ustedes se reían de mí. ¿Ahora no se ríen, verdad?», señaló.

La escena evidencia el clima que se respiraba en la Euro Cámara tras el resultado de la histórica consulta ciudadana que el jueves pasado sorprendió con un resultado que no todos consideraban probable: la salida de Reino Unido del bloque.

«No habrá negociaciones secretas», insistió Juncker en la sesión que comenzó con una ovación al dimitido comisario europeo de Servicios Financieros, Estabilidad Financiera y Unión de Mercados de Capitales, el británico Jonathan Hill.

En una sesión muy intensa, Juncker agradeció a Hill, visiblemente emocionado, su trabajo en la CE y lo calificó de ser «un verdadero demócrata».

«Querría que otros también asumieran las consecuencias de la expresión del sufragio británico», afirmó.

El presidente de la CE se reunirá con el primer ministro británico, David Cameron, antes de la cumbre de líderes que se celebrará entre hoy y mañana en Bruselas, un encuentro en el que le pedirá «una clarificación» aunque «no inmediata, porque el sistema británico es más complicado de lo que creemos», manifestó.

«Voy a pedir a Cameron que clarifique la situación lo antes posible, no podemos seguir en una situación de incertidumbre prolongada», subrayó el presidente de la CE en el cónclave al que acudieron todos los comisarios y vicepresidentes.

Juncker manifestó además su «tristeza» por el resultado del referéndum británico. «Europa no es una expresión cerebral, estoy triste y no lo oculto, no es sentimentalismo, es una convicción profunda. Hubiera querido que el Reino Unido estuviera siempre con nosotros», lamentó.

Sin embargo, reiteró la necesidad de «respetar» la expresión del pueblo británico.

El presidente de la Euro Cámara, Martin Schulz, por su parte, remarcó que el pleno de hoy es una sesión «sin precedentes», ya que es la primera vez que una sesión plenaria se convoca «tan rápidamente con un preaviso tan corto».

«Lamentamos la decisión del Reino Unido de dejar la UE», dijo Schulz, y dirigió un mensaje de agradecimiento a todos los parlamentarios, comisarios y demás funcionarios británicos que han trabajado «durante décadas» en las instituciones.

Desde la presidencia de turno del Consejo de la UE, la ministra de Defensa holandesa, Jeanine Hennis Plasschaert, dijo que «ahora la pelota está del lado británico».

«Nosotros esperamos noticias de Londres», subrayó, aunque instó a «permitir que el Reino Unido tenga tiempo suficiente para que pueda tomar decisiones y avanzar».

«Debemos tener una mente clara y fría», dijo la política neerlandesa, en un discurso en el que mandó un mensaje de «unidad» y «solidaridad» para hacer frente a los retos a los que se enfrenta la Unión.

«Ningún país puede enfrentarse a esos retos solo», remarcó.