Grecia y sus socios humanitarios intentaban realojar urgentemente el jueves a miles de refugiados y migrantes, todavía instalados en campamentos de tiendas, mientras una ola de frío azota el país.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) indicó que el miércoles por la noche había concluido la evacuación de un millar de refugiados yazidíes de un campamento situado en las estribaciones del monte Olimpo, en el norte del país, a causa de las fuertes nevadas.

Los residentes, muchos de ellos, niños, fueron trasladados a hoteles y apartamentos, en el marco del programa de alquileres de la ACNUR.

Este proyecto ha permitido la evacuación de los campos de alrededor de 18.500 migrantes, de los 62.000 que están bloqueados en territorio griego, precisó el portavoz de la ACNUR en Grecia, Roland Schöenbauer.

«Nos hemos preparado para el invierno con retraso, ahora tendremos que actuar rápido», destacó a la AFP. Médicos del Mundo también denunció que el país había empezado a prepararse para el invierno demasiado tarde.

El año pasado por la misma época, los refugiados se limitaban a atravesar Grecia en dirección al norte de Europa, cuyas fronteras seguían abiertas. Pero éstas cerraron a finales de febrero de este año, dejando bloqueadas en Grecia a miles de personas.

Algunos, que esperaban una reapertura, acamparon durante semanas en tiendas en Idomeni, en la frontera con Macedonia, en medio del frío y la lluvia.

En la actualidad, se ha agudizado el problema en más de una decena de campos instalados en el norte del país y las zonas montañosas, donde las temperaturas están bajo cero desde principios de semana.